Bonatti Penal & Compliance señala algunos aspectos que pasan inadvertidos a las compañías y que les pueden ahorrar abultadas multas y numerosas sanciones
Todos cometemos errores de vez en cuando. Es la naturaleza humana, pero cuando hablamos de negocios, esos errores pueden traducirse en problemas mayores, y eso es especialmente verdad cuando se trata de temas relacionados con el compliance y la seguridad. Independientemente de que sea una empresa sea pequeña, mediana o grande, cualquier compañía invierte una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo en cumplir con la legislación vigente. Una práctica que muchas compañías toman a la ligera y quieren hacer de forma rápida, pero cuyo desdén puede costarles millones si ignoran la totalidad y la complejidad de los requerimientos a los que deben hacer frente.
“Si bien cada empresa tiene algún tipo de estrategia para cumplir la ley, todavía muy pocas piensan cómo integrar estas estrategias para respaldar la eficiencia y la rentabilidad operativa”, explica Francisco Bonnati, socio director de Bonatti Penal & Compliance, que señala que “si no logramos que el compliance forme parte del propio plan de negocio, esto podría acarrearnos consecuencias desastrosas. Sin embargo, por alguna razón, las compañías cometen a menudo los mismos errores a la hora de implementar buenas prácticas”. En este sentido, estos especialistas en compliance detallan algunos de los errores de este ámbito más comunes que las compañías cometen y ofrecen algunos consejos sobre cómo evitarlos:
1. Un error habitual que cometen las organizaciones es la falta de implicación de los responsables de todas las áreas. Asegurar la participación temprana de todas las partes implicadas resulta clave al establecer cualquier programa de compliance y es fundamental para su eficacia. Las personas involucradas deberían impulsar las estrategias y darlas a conocer a todos los miembros de la compañía. Este error tan sólo se subsana con un fuerte compromiso de los Órganos de Administración de las organizaciones.
2. Otro riesgo común entre las empresas es que sus esfuerzos por el compliance queden diluidos entre diferentes grupos de trabajo. Según un informe sobre gestión de riesgos y compliance del Chartered Institute of Managed Accountants: “El riesgo se suele supervisar en divisiones individuales y este enfoque fragmentado ha permitido que se eleve sin control”. La necesidad de sinergias entre diversas áreas de la organización que trabajan alrededor de la mitigación de riesgos es esencial para el compliance.
3. Un aspecto crítico en cualquier estrategia de compliance es el compromiso de los socios comerciales y los proveedores de servicios. La mayoría de las compañías pasan mucho tiempo asegurándose de que están operando de acuerdo con las diferentes regulaciones internacionales y nacionales, pero de lo que se suelen olvidar es de revisar adecuadamente si sus proveedores cumplen la normativa. Aunque estos proveedores pueden estar completamente diferenciados y fuera de la organización, si cometen violaciones en nombre de la compañía en cuestión, esa empresa también puede ser responsable. Francisco Bonatti asegura que “con los entornos regulatorios cada vez más estrictos, las empresas ya no pueden permitirse el lujo de contratar proveedores y socios sin antes examinarlos adecuadamente, los procedimientos de Due Dilligence se han convertido en una herramienta fundamental para el compliance”.
4. Otro de los errores más comunes que cometen las empresas es dejar estancados sus programas tecnológicos relacionados con el tratamiento de datos sin la necesaria actualización y revisión, debido principalmente a las limitaciones técnicas y a los costes derivados de dicha acción. Las compañías que deseen evitar los problemas derivados de una tecnología obsoleta deben considerar las plataformas de compliance y las soluciones basadas en la nube que pueden ayudar a reducir las redundancias, minimizar los costos y agilizar los datos; así como asegurar que estas plataformas cumplen con las normativas y regulaciones más actuales.
“A medida que el tamaño y la complejidad de una empresa crecen, la cantidad de reglamentaciones, directrices y control legal que se aplicarán a esa organización también aumentará. Es importante que cada compañía tenga una estrategia sólida en torno a sus esfuerzos de compliance, que integre a los responsables de todas las áreas y optimice las tecnologías existentes”, explican desde Bonatti Penal & Compliance.