Si la marca que se va a registrar ha sido creada en base a las ideas de mercado o experiencia del propietario de la empresa, productos o servicios, o incluso de la aportación de ideas de los socios… En estos casos es altamente recomendable someter la marca, es decir, el nombre (como mínimo) a la auditoría de un experto en derecho de marcas.

¿Por qué someter la marca a una mínima auditoría y estudio de viabilidad?

En primer lugar, porque nos pensamos que muchas veces somos los primeros en llegar a tierra de nadie, cuando a día de hoy, la mayoría de cosas están inventadas y cuesta encontrar una marca que no tenga ni una sola referencia, ya sea una marca similar o idéntica en España u otros países de la Unión Europea (como mínimo). Ya no hablemos de marcas internacionales que puedan tener origen en EEUU, o en un país latinoamericano, con quienes compartimos idioma.

Si registras una marca que tendrá que convivir con otras marcas similares o iguales, al menos, que lo sepas de antemano y no sea una sorpresa que te encuentres en el futuro. La inversión de la empresa está en juego, no subestimemos esta fase previa al registro de la marca.

Es importante que en la información de viabilidad que nos den, es decir, esa opinión experta, se tenga en cuenta que la marca, en el caso de registrarse deberá servir para identificar productos y servicios en el mercado, y que a partir de ahí, necesitaremos poder crear perfiles con el nombre de la marca en redes sociales cuanto menos (Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, Tik Tok, etc.)

Si como comentaba, la marca creada no se ha sometido a la investigación en redes, buscadores como Google, etc. Corremos el riesgo de registrar una marca que sea muy difícil de posicionar en el mercado, en Internet e incluso que sea difícil de identificar por los consumidores cuando quieran encontrarla.

Esto muchas veces no te lo cuentan en las gestorías, agencias, etc. Por qué no lo preguntas y los titulares de una marca no suelen saber que esto es tan importante o desconocen los pasos que darán cuando tengan una marca solicitada. Además, como el precio que te dan les deja un margen tan pequeño cuando pagan las tasas de registro, es normal que el trabajo de registro se optimice tanto en rendimiento y tiempo del profesional que realiza el registro, que realmente, no han tenido ni tiempo de pararse a observar lo que vas a registrar.

Si te ha sorprendido lo anterior, entonces recomiendo que vayas con cuidado o que al menos te asesores tú mismo leyendo la Ley de Marcas que es gratuita y de acceso libre a través de internet. Es compleja en algunas partes, pero para eso estamos los que nos dedicamos a este sector.

Lo dicho, estoy acostumbrado a tener que responder suspensos de forma y fondo por culpa de no haberse realizado una investigación previa sobre la marca, no haberse dado cuenta de que había que hacer unos cambios para que no hubiera problemas, o porque incluso, la persona que realizó el registro con la Oficina Española de Marcas y Patentes tenía ciertas lagunas informativas o de los servicios y productos a los que se iba a dedicar la marca.

El error puede hacerte perder las tasas del registro de la Marca

Otra cosa, si los errores se cometen con el registro de Marcas de la Unión Europea, donde las tasas son superiores a los 850 euros, entonces sí que puedes salir bien perjudicado en el caso de un mal registro, que se desestime por no cumplir normativa o incluso que no sepan responder al suspenso y termine en denegación de la marca o limitación de los servicios solicitados. Aprovecho para informar que en caso de oposiciones de Marcas de la Unión Europea, hay costas procesales, es decir, que quien ve sus pretensiones desestimadas (quien pierde), paga los gastos del otro.

No te alarmes, para todo hay solución y los errores en la Oficina Europea (EUIPO) tampoco hunden empresas, simplemente pican y merman el plan de negocio inicial. De todo se aprende.

Por si acaso, recomiendo decir al diseñador, creativo de marketing o cualquier otro que tome decisiones o haga propuestas sobre la creación de la marca, nombre comercial, logotipo e imagen corporativa que se asesore, que cumpla con sus obligaciones de no crear una marca que cojee en el mercado o  que tenga un techo de cristal que tarde o temprano le limitará el crecimiento.

No escatimemos un dinero que a la larga nos pueda suponer pérdidas o directamente la limitación de que futuros socios o inversores no vean la marca como lo atractiva que realmente es.

Lo barato sale caro

En conclusión, lo barato, en el derecho de marcas, tiende a salir bastante caro. ¿Por qué? Porque falta información desde el primer momento en el que se registra la marca, porque muchas veces hubieras modificado la información de la marca si te hubieran guiado en su creación, le hubieras dotado de mayor valor o mejor estilo solo de saber cómo la ibas a tener que utilizar.

Registra, no dejes una marca sin proteger

Pero hazlo con cabeza, contando con un buen profesional y el que te pueda garantizar que primero de todo, aunque te quiera registrar una marca a precio low cost, primero te asesore sobre el uso de las marcas, cómo la vas a poder utilizar con la exclusividad que da tener una marca registrada. Cómo vas a poder limitar la entrada de otras marcas y de terceros al mercado que quieren infringir este derecho de propiedad industrial.