Cuando una persona fallece y deja una herencia, los herederos tienen el derecho de aceptarla o, si lo prefieren, rechazarla, y aunque pueda parecer extraño, hay situaciones en las que renunciar a ella es una decisión más conveniente que aceptarla.
Tomar ese camino es una alternativa que te obliga a considerar qué implica recibir “eso” que te otorga un testamento, por también qué significa y, por supuesto, cómo hacerlo.
¿Qué significa renunciar a una herencia?
Rechazar los derechos y obligaciones que se derivan de ella, al hacerlo, renuncias tanto a los bienes que te corresponden (dinero, propiedades o cualquier otro activo), como a las posibles deudas que el fallecido haya dejado.
Es importante destacar que la renuncia debe hacerse de manera formal y legal, no es suficiente decir que no la quieres, sin más, hay que seguir un procedimiento específico para que tenga validez.
No solo eso, añadimos que la renuncia a una herencia es irrevocable, lo que significa que, una vez tomada la decisión, no puedes echarte para tras, cambiar de opinión y reclamar tu parte más adelante.
Como ves, es un paso que tienes que dar solo si estás informado, decidido y seguro de hacerlo.
Solicitud de autorización para aceptar o repudiar una herencia o liberalidades
¿Por qué alguien renunciaría a una herencia?
Aunque aceptar una herencia, visto desde fuera, parece algo positivo, no siempre es la mejor opción, y hay suficientes razones por las que alguien da el paso de renunciar a su parte.
Deudas superiores a los bienes
Imagina la persona fallecida deja más deudas que bienes, eso significa que, al aceptar la herencia, el heredero debe asumir eso que el testador ha dejado pendiente y, en según qué casos, puede afectar su economía personal.
Para evitar esta situación, renunciar a la herencia es una opción sensata.
Impuestos elevados
Aceptar una herencia conlleva el pago de impuestos, significativos, dependiendo del valor de los bienes y la relación entre fallecido y heredero.
Si esa cantidad que estás obligado a abonar supera lo que realmente puedes obtener de la herencia, la renuncia es más beneficiosa que la aceptación.
Conflictos familiares
Las herencias, en lo pocos casos, generar disputas entre los herederos, en una situación así, para evitar entrar en este tipo de conflictos, la renuncia es una manera de mantenerse al margen.
Bienes poco útiles o costosos de mantener
En ocasiones, incluye bienes que no resultan prácticos para el heredero, como propiedades en mal estado que requieren reformas costosas, o bienes situados en lugares lejanos que no tienen interés personal o económico.
Transmisión a otros herederos
Por último, otro caso que queremos destacar es uno más personal, y que depende menos del carácter de lo testado: preferir que su parte pase directamente a otros familiares, como hijos o hermanos.
Aquí, los motivos no son tanto económicos, si no más bien son otros emotivos que se basan en la situación y relación entre familiares.
¿Cómo se renuncia a una herencia?
No es un trámite automático ni sencillo, como comentamos al principio, no es solo decir que no la quieres, sin más, hay que cumplir con un proceso formal para que tenga validez legal.
1. Declaración ante notario o juez
La renuncia debe realizarse a través de un documento formal firmado ante un notario o presentado ante un tribunal, ya solo con eso queda constancia oficial de tu decisión.
2. Renuncia pura y simple
La ley establece que debe ser completa, es decir, no es posible rechazar solo una parte de la herencia que no te conviene y quedarte con lo que te interese.
Tampoco puedes hacerlo a favor de una persona específica, simplemente, renuncias, el resto ya no está en tu mano, y la herencia, a partir de ese momento, se distribuye según las reglas de sucesión.
3. Irrevocabilidad de la renuncia
Una vez que renuncias, no puedes volver atrás, por eso, es fundamental estar seguro antes de tomar esta decisión, y buscar asesoramiento legal para evitar errores que te pueden perjudicar en un futuro.
4. Plazos para renunciar
Aunque no hay un plazo fijo establecido en todos los casos, se recomienda proceder con rapidez, especialmente si otros herederos o acreedores necesitan resolver el reparto de la herencia.
Si no actúas a tiempo, podrías ser considerado como aceptante tácito de la herencia, esto significa que pasas a ser un heredero que ha aceptado por no hacer nada que lleve a pensar en lo contrario.
¿Qué ocurre después de renunciar?
Cuando decides renunciar a una herencia, tu parte no desaparece, sino que pasa a los siguientes herederos según el orden establecido por la ley o el testamento:
- Si hay otros herederos en tu nivel, como hermanos o hijos, ellos reciben tu parte.
- Si no hay más herederos directos, se transmite a parientes más lejanos o, en última instancia, al Estado.
Es importante destacar una cuestión que nos presentan en nuestro bufete: la renuncia no afecta el derecho a heredar en futuras ocasiones, cada herencia es independiente, y puedes aceptar, o rechazar, según las circunstancias.
Por otro lado, si actuar de ese modo te resulta demasiado drástico, la ley considera otra alternativa para intentar que recibir eso que te han dejado en el testamento no te perjudique demasiado: el beneficio de inventario
¿Qué es aceptar a beneficio de inventario?
Si tienes dudas sobre el estado financiero de la herencia, en una opción menos radical que la renuncia.
Digamos que una manera de aceptar con condiciones, y que pasa por la realización inicial de un inventario de todos los bienes y deudas del fallecido.
Tras él, solo pagas las deudas con los bienes heredados, sin que afecte a tu propio patrimonio:
- Si los bienes superan a las deudas, recibirás la diferencia.
- Si las deudas son mayores, no tendrás que asumirlas personalmente.
¿Cuándo es recomendable aceptar en beneficio de inventario?
Es especialmente útil en el momento en que no tienes información clara sobre la situación financiera del fallecido, también en casos en los que hay bienes valiosos que, a simple vista, parecen útiles o rentables, pero existen dudas sobre la cantidad exacta de deudas que hay detrás.
Con todo, se presenta como una alternativa que ofrece un equilibrio entre evitar problemas económicos y aprovechar los bienes heredados.
Renunciar a una herencia es una decisión importante que debe tomarse con calma y, sobre todo, con toda la información necesaria.
Cuando no la tienes, es fundamental que te acompañes de un abogado especialista en Derecho sucesorio que evite que, tomes el camino que tomes, no te perjudique, ni en ese momento o ni en un futuro.