El Gobierno, de momento, no ha anunciado el Salario Mínimo Interprofesional para 2025, de manera que aún se mantiene el de 2024. El importe alcanza 15.876 euros anuales, distribuidos en 14 pagas de 1.134 euros al mes.
En este artículo encontrarás los detalles de esa modificación, así como otros aspectos que se ven afectados.
Cuánto sube el salario mínimo en 2025: trayectoria
El gobierno elevó en 2020 el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 950 euros mensuales por jornada completa. Esta cifra equivalía a una cantidad diaria mínima de 31,66€. O, si hablamos en cómputo anual, a 13.300€. Este aumento, en términos porcentuales, representaba un 5,55% más respecto a 2019. Así se cerró el acuerdo entre el Gobierno y los interlocutores sociales para 2020.
Sin embargo en 2021 pasó a ser de 965 € (13.510 € al año). Y de 1.000 € en 2022. Ahora, desde 2024 y hasta que vuelva a aumentar en 2025, es de 1.134 €.
Este salario no incluye la parte proporcional de los domingos y festivos. Y si se realizase una jornada inferior, se percibirá "a prorrata", es decir, haciendo una regla de tres.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que el SMI en 2019 llegó a los 900€. En aquel momento fue la mayor subida desde 1977 -un 22,3%-, y benefició al salario bruto de 1,3 millones de trabajadores de forma directa.
Objetivo de la decisión de 2020
El incremento que sufrió el SMI en 2020 tuvo por objeto hacer efectivo “el derecho a una remuneración equitativa y suficiente que proporcione a los trabajadores y, a sus familias, un nivel de vida decoroso”. Todo ello en línea con lo establecido por el Comité Europeo de Derechos Sociales. Este comité interpreta que el umbral idóneo se sitúa en el 60% del salario medio de los trabajadores.
Sin embargo, en 2025 y con los 1.134 € actuales, aún seguimos algo lejos de ese propósito, ya que -de cumplirse- alcanzaríamos los 1.200€ mensuales. Pero, al menos, está claro que se va avanzando en la dirección correcta.
¿Qué ocurrió en 2019?
Existen datos contradictorios sobre la repercusión que tuvo en la economía de las empresas la subida salarial hasta los 900€ en 2019. Algunas fuentes apuntan a que se generó destrucción de empleo, y otras lo niegan. Pero lo cierto es que no disponemos de datos fidedignos todavía para juzgarlo con precisión. Porque, respecto a la destrucción de empleo, hay más variables en la ecuación que afectan a su dinámica.
Embargos, indemnizaciones y justicia gratuita
Pero el nuevo salario mínimo implica más cosas además de que los trabajadores no puedan cobrar menos de lo estipulado. Un ejemplo es la Ley de Enjuiciamiento Civil, que fija el límite de las cuantías inembargables. Así, el primer tramo de salario -equivalente ahora a la cuantía de 1.080 €-, es inembargable (a excepción de las pensiones de alimentos por hijos en caso de divorcios). Por tanto, si sufres un embargo en tu nómina, la cantidad retenida sería a partir de sobrepasar dicha cantidad, y en base al siguiente tramo de salario que cobres. La nueva cifra inembargable puede tener efectos en cuestiones fiscales. O incluso en los préstamos, que se pueden llegar a endurecer por mayor riesgo de impago por parte de personas que tengan ingresos bajos.
Asimismo, otra consecuencia de la subida del SMI es la afectación directa a las indemnizaciones del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), así como también al acceso a la justicia gratuita. Este último punto viene determinado por los ingresos de la persona que solicita un abogado de oficio, pudiendo el aumento que hoy analizamos restringir ese derecho a menos ciudadanos.
Conclusión
El SMI 2024 aún vigente de 1.134 € no afecta a una gran masa de trabajadores -se calcula que solo lo hace en torno a un 10% del total-. Esto es debido a la mayoría de empleados están adscritos a algún convenio colectivo, y suelen disfrutar de unos salarios superiores a las nuevas cuantías. En conclusión, estamos ante una repercusión parcial. Pero un nuevo escenario que sí se va a crear es que los trabajadores con menos cualificación estarán ahora en un rango salarial similar a otros más cualificados, que realicen tareas de más responsabilidad. Una realidad que puede provocar fricciones en determinado convenios. Aunque, al fin y al cabo, de forma indirecta y por efecto rebote, los salarios de esos empleados más cualificados se verán aumentados cuando haya que negociar de nuevo esos convenios colectivos.