Son muchas las empresas y sectores donde la cuestión relativa al consumo de alcohol por parte de algunas personas trabajadoras -extrapolable a otras sustancias- supone un problema importante, no solo por el efecto que puede tener sobre el rendimiento o calidad del trabajo que, de las mismas, sino también por su propia seguridad y, sobre todo, por la de terceros.

 

Ante esta situación, unida a la necesidad de tomar cartas en el asunto con cierta urgencia, las preguntas que nos podemos hacer parecen lógicas:

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