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INTRODUCCIÓN

Una gota fría porque fue una gota fría aunque ahora la llamen Dana,  tuvo efectos devastadores en la Comunidad Valenciana. Según el Aemet  ha sido la más adversa de este siglo. Lo peor no solo son lo daños materiales sino las pérdidas humanas que todavía se están contabilizando.

Lo primero que habría que decir es que hay muchas clases de víctimas. En general cuando hablamos de víctimas pensamos en las que sufren un delito. Sin embargo, existen otras víctimas, las que sufren como en este caso,  los daños ocasionados por causa de fuerza mayor : las fuerzas de la naturaleza. En este supuesto, es todavía más difícil  de asumir y entender por qué a las personas  les pasan cosas malas y que  la culpa recae en la naturaleza misma.  Estos daños generados por la gota fría de Valencia generan trauma (aunque pensemos que solo surge trauma ante un delito ) y es muy difícil de gestionar  no solo porque el daño no viene de alguien concreto, (no pueden preguntar por qué)  sino también porque la respuesta tanto para prevenir el daño como para mitigarlo no ha sido la correcta

SI ENTENDEMOS QUE TODAS LAS VICTIMAS MERECEN EL MISMO RESPETO CON INDEPENDENCIA DE SI SUFRIERON UN DELITO O NO , LA RESPUESTA DEBIERA SER MENOS BUROCRÁTICA

Desde el momento que sufrimos un daño tenemos una serie de necesidades y frecuentemente son difíciles de entender si no hemos pasado por lo mismo. Solemos decir que las víctimas de un delito no ven atendidas sus necesidades en el juicio ¿y las víctimas de catástrofes naturales? En estos casos y como estamos viendo es todavía peor. Me temo que la burocracia y dejadez de nuestros políticos ha actuado como una losa sobre las víctimas. Aunque la ayuda debió llegar desde el minuto 0 hemos visto como la ineptitud de unos y otros la  ha retrasado de forma no entendible.

No estoy hablando de políticos de uno u otro color, estoy hablando de seres humanos a los que votamos para gobernarnos y que o bien por verse superados o bien por buscar seguir los protocolos oficiales (más bien la incomprensible burocracia) han reaccionado tarde. Deberían todos y cada uno de ellos asumir su responsabilidad, cuando hay vidas en juego, “ las competencias” , “el tu no,  yo”… debería dejarse de un lado y el actuar de manera rápida, eficaz y coordinada  debería ser la norma general. Además debemos mencionar que si estas inundaciones se han dado a lo largo de la historia en estos lugares, si con el cambio climático será más habitual, los protocolos de prevención deberían cambiarse. La población debe estar avisada y debe estar entrenada para saber que hacer ante una emergencia de este tipo. Deberíamos aprender de países como Japón, Estados Unidos o México donde ante una posible emergencia como huracanes o sismos,  todos saben lo que deben hacer y la alerta les llega aunque sea de escasa gravedad. Vamos a buscar prevenir y dar a la población todas las herramientas para saber qué hacer ante estos acontecimientos.

 Y sobre todo vamos a buscar medidas (que las hay) para que esto no vuelva a suceder y si pasa no sea tan grave ni con tantas pérdidas humanas.

Desgraciadamente lo que estoy  contando es de sentido común, no hay que ser muy experto para saber lo que ha fallado. He oído personas decir que no es momento de echar culpas, ni buscar responsables, puede que no pero es momento de recordar lo que ha pasado y lo que ha fallado para evitar que se repita. Es momento de pensar que los ciudadanos no somos un número,  somos personas y necesitamos que los profesionales sean humanos.

Pero volviendo al tema de las víctimas y el trauma debo explicar que frente a las personas que piensan en justicia restaurativa solo como encuentro victima-ofensor  y cuando se ha sufrido un delito o en la atención psicológica como la única manera de ayudar a las víctimas de catástrofes naturales, existen muchas más opciones que generalmente desechamos y una de estas opciones es la justicia restaurativa.  Puede parecer extraño a los ojos de una persona que lee en prensa titulares como justicia restaurativa para agilizar los juzgados o justicia restaurativa como encuentro con el agresor,  pensar en justicia restaurativa especialmente porque no hay una persona ofensora en el otro lado. Sin embargo, los programas de justicia restaurativa para atender a las víctimas de las catástrofes naturales pueden tener un efecto sanador y ser un complemento a la atención psicológica que puedan tener. Insisto en justicia restaurativa no hacemos terapia pero tiene efectos terapéuticos. Eso sí, igual que hay que tener formación para ser psicólogo y atender a víctimas, los facilitadores de estos programas deben tener la formación adecuada y necesaria para ofrecer estos programas con garantías.

PROGRAMAS DE JUSTICIA RESTAURATIVA PARA VÍCTIMAS DE CATASTROFES NATURALES

Hace unos años que estudié en Estados Unidos dos cursos STAR (estrategias para la gestión del trauma y la resiliencia 1 y 2) estos cursos se diseñaron a raíz del 11 de septiembre para ayudar a las personas a gestionar el trauma tras los atentados pero están dirigidos para toda clase de víctimas tanto si lo son por un delito como si lo son por otros acontecimientos catastróficos que impactan gravemente en la comunidad.

Este curso no se hizo solo por psicólogos sino por un conjunto de expertos en varias disciplinas entre los que estaban la justicia restaurativa. Cuando estudias estos dos cursos entiendes como el trauma surge en diferentes momentos y en distintas formas en las personas y cómo se pueden facilitar programas para que las personas puedan desarrollar resiliencia.  No es necesario que alguien te dañe,  puedes sufrir el trauma por haber perdido a un familiar en un accidente, por una enfermedad o por una catástrofe natural.  Pues bien aquí es donde podría ser de utilidad los programas de justicia restaurativa para atender las necesidades de estas víctimas. Las personas necesitan  ser escuchadas, y necesitan compartir  con otras  que hayan pasado por lo mismo. Compartir nuestra historia nos hace ver que no estamos solos y esta es la esencia de estos programas. Podemos pensar que lo primero es la atención psicológica y está claro pero no todas las personas tienen el mismo nivel de trauma ni tienen las mismas necesidades. La obligación del estado, de la comunidad autónoma y del sistema en general es ofrecer todos los recursos disponibles para lidiar con lo sucedido.

 Y hablo de Estado, Comunidad Autónoma…pero deberíamos pensar en España, porque a pesar de todo vivimos en España, y las personas que sufren y las que asistimos a este sufrimiento, no entendemos de competencias solo sabemos de dolor y de ayudar a paliarlo. Y en momentos de crisis esto es lo que debería primar respuestas humanas ante  sufrimiento de ciudadanos.

Y es que reiterándome en lo ya expuesto, las  personas impactadas por el trauma necesitan por supuesto apoyo económico y psicológico pero también puede ser de ayuda acompañamiento restaurativo que las ofrezca el camino para generar resiliencia. Esto las va a poder ayudar a gestionar el día a día después de las pérdidas materiales y humanas.

Pero esto debió darse desde el minuto cero y no se debió esperar tanto tiempo. Sé que es complicado pero en el siglo XXI deberíamos tener más recursos para ayudar a las personas que han sufrido la Dana.  El problema es que recursos los hay, sin embargo, la forma de gestionarlos ha sido desastrosa. Por eso, debemos evitar seguir fallando a estas personas y ofrecerlas todo tipo de ayuda incluida la justicia restaurativa pero sin burocracia ni discusiones de competencias.

JUSTICIA RESTAURATIVA COMO FILOSOFIA DE VIDA

Me gustaría transmitir que la justicia restaurativa está  en constante evolución y aunque la primera conceptualización fue como paradigma de justicia y aplicada al ámbito penal, poco a poco se ha visto que puede trascender el ámbito inter personal y aplicarse a nivel macro. Estoy hablando de justicia restaurativa como movimiento social (algo de lo que ya he escrito en otros artículos y reflejo en mi libro la función transformadora de la justicia restaurativa, especialmente cuando hablo de justicia restaurativa en crímenes internacionales). Pero también debemos comprender la justicia restaurativa como filosofía de vida, si tratamos de actuar de forma restaurativa en nuestras relaciones podemos pensar en un mundo totalmente restaurativo lo que se traduciría en más humano. Respecto de esta concepción de la justicia restaurativa como filosofía de vida me permito transcribir este texto de Barb Toews ( que refleja muy bien lo que esta justicia restaurativa como forma de vida implica): “ Creo que el compromiso de un individuo con la justicia restaurativa promueve la transformación social.  Cuando un individuo vive restaurativamente, él o ella vive de una manera que construye relaciones y promueve el bien común. Ese enfoque cambia la forma en que las personas se relacionan.  A medida que esas relaciones se influyen entre sí, la red de relaciones comienza a recrearse.  Esta recreación promueve sociedades iguales, justas y mutuamente responsables.  En una sociedad restaurativa, todos tienen acceso a seguridad, poder, relaciones, seguridad financiera, atención médica, educación y oportunidades significativas para el empleo y la recreación.  Sin embargo, una persona no puede obligar a otra persona o sistema a cambiar.  Hay momentos en que la promoción organizada es necesaria para alentar la transformación.  La defensa restaurativa ocurre cuando las personas y organizaciones comprometidas con la justicia restaurativa se unen para transformar sistemas, no solo individuos o relaciones interpersonales.  La transformación del sistema que buscamos respeta las experiencias y necesidades de todos y cada uno de los participantes de la justicia.  Vivir los valores de la justicia restaurativa es una elección individual que tiene el potencial de crear una sociedad restaurativa”

Este poderoso texto nos habla de empoderamiento, de esperanza y de como la forma de relacionarnos restaurativamente puede influir en una sociedad más justa donde se eliminen desigualdades y nos preocupemos más por las personas. Todos los seres humanos merecen respeto y consideración. Como podemos ver la justicia restaurativa como filosofía de vida puede llevar a un cambio del sistema, lo que nos lleva a ver como la justicia restaurativa como forma de vida está relacionada con su conceptualización como movimiento social. Y ¿por qué estoy contando todo esto? Porque las personas deberíamos tomar nota de los principios de esta justicia y actuar de esta forma en nuestra vida cotidiana,  máxime si ostentamos cierta autoridad o podemos marcar la diferencia en nuestro entorno. Por eso, no puedo dejar de valorar la actitud de los Reyes de España durante su visita a una población gravemente impactada por la gota fría. Y lo voy a hace no como Reyes (ya que si la monarquía debe desaparecer o no es otro tema) sino como seres humanos que se han encontrado con el dolor y la rabia totalmente normal de las víctimas.

Las víctimas no necesitan que las personas se paseen por sus calles y se hagan fotos (algo típico de cualquier persona que ostente un puesto de relevancia). Las personas necesitan la respuesta restaurativa que ofrecemos con los programas: generar espacios para que puedan ser escuchadas, para que su dolor se visibilice y sentir que se las respeta y se las acompaña en este dolor.

Porque las víctimas no necesitan que les digan que todo va a mejorar sino simplemente buscan que se las escuche, que su historia desafíe la invisibilización. Es muy común ante una situación dolorosa querer hacer sentir bien a las personas como frases como “al menos”, ” todo va a mejorar”…Sin embargo, es necesario estos espacios de simplemente escuchar sin aportar nuestros valores o creencias y sin pensar que podemos hacerlas sentir mejor. Para esto recomiendo el video: diferencia simpatía y empatía de Brené Brown porque ilustra muy bien lo que debemos hacer y desgraciadamente a veces no hacemos .  Y los Reyes supieron entender lo que las víctimas necesitaban y ser restaurativos, lejos de buscar su seguridad se acercaron a las víctimas y escucharon su dolor. La que mejor demostró ser restaurativa fue la reina Leticia puesto que solo ofreció abrazos y  lo más que las transmitió es su dolor a través de un tienes razón. No buscó hacerlas sentir mejor, ni trato de eludir su responsabilidad, solamente las escuchó y las abrazó. Cuando estamos mal y con mas razón cuando hemos sufrido un trauma, en ocasiones,  solo buscamos ser escuchados y un espacio donde las personas nos acompañen respetuosamente.

Podemos decir muchas cosas pero lo que hicieron en especial Leticia fue actuar de forma restaurativa ante el dolor de las víctimas.

No voy a entrar en si lo hicieron tarde o no era el momento, porque puede que sea así, pero lo importante es que actuaron de forma humana  y restaurativa. Y por supuesto, todas las personas voluntarias que ha estado desde el minuto cero ayudando son un claro reflejo de que se puede ser restaurativos en nuestras relaciones y  que somos capaces de hacer grandes cosas.

CONCLUSIONES

Cuando sufres un daño sea por causa de un delito o por otra circunstancia catastrófica  tienes una serie de necesidades materiales pero también psicológicas y el estado debería ofrecer de manera instantánea todos estos recursos desde el mismo momento es que se han generado estos daños. Claramente en este caso la burocracia y un cúmulo de despropósitos cuyas responsabilidades deberían depurarse más adelante,  fracasaron a la hora de ofrecer la ayuda necesaria de manera inmediata tras la tragedia. Sin embargo, frente a esta inacción ha habido personas (la multitud de gente que se ha ofrecido como voluntaria y ha estado y está trabajando con las víctimas para ayudarlas)  y los propios reyes que han sabido estar a la altura de las terribles circunstancias y su actitud y comportamientos han sido totalmente restaurativos. Y es que podemos ser facilitadoras de procesos restaurativos pero también podemos asumir los principios y valores de la justicia restaurativa como filosofía de vida. Asimismo deberíamos recordar que frente a las víctimas existen muchos recursos que pueden ser ofrecidos para gestionar el trauma y buscar la resiliencia uno de estos recursos serían los programas específicos de justicia restaurativa para las víctimas. Los recursos materiales y psicológicos son importantes pero puede haber otros complementarios que mejoren la atención individualizada a cada víctima. Ojalá llegue el día en el que se hable con propiedad de lo que la justicia restaurativa implica y se generalice en las personas que están a cargo de nuestras instituciones , el actuar de forma restaurativa tal  y como los voluntarios y  los reyes lo hicieron. Un mundo mejor y más humano no es utopía.




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