Crisis. Según la Real Academia de la Lengua Española: “Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados.”
Desde la óptica más oriental, el concepto se representa con los símbolos de peligro y de oportunidad, y una de las claves para salir de la situación reformado es gestionarlo desde la óptica de la oportunidad.
Para ello es importante que la relación que mantengamos con los stakeholders claves de tu organización se haga desde la construcción de la solución entre todos y aprovechar las circunstancias para implicarles con el propósito y el proyecto de tu organización.
Siendo este el objetivo, las recomendaciones para hacerlo posible son:
¿Sufrir es crecer? No siempre es así, depende de cómo gestione la organización la situación y de la cultura previa de la organización. Sobre lo primero, ya hemos visto que hay sacrificios que hacer para salir reforzados, la pregunta es si tu organización está dispuesta y preparada para hacerlos. De la segunda dispones de poca capacidad de gestión a corto ya que la cultura es algo que evoluciona lentamente. Lo que debes es evaluar rápidamente sobre qué tipo de cultura existe y evaluar si te va a ayudar o no a salir de la crisis.
¿Optimistas o realistas informados? La cultura de tu organización se va a ver reforzada por
la crisis. Si tienes una organización optimista, rápidamente se pondrá a trabajar en la solución y descubrirá las oportunidades que hay ocultas en ella. Trabajarán con energía y entusiasmo, con compromiso e intensidad. Sin embargo, si tu organización es de las que se autodefine como realista informada gestionará la situación desde la minimización de los riesgos y trabajará con miedo, miedo a no salir de la crisis, a perder condiciones, a quedarse sin empleo. En este momento no lo puedes cambiar, pero debes conocerlo para saber en qué contexto gestionas.
¿Optimistas o realistas informados? La cultura de tu organización se va a ver reforzada por la crisis. Si tienes una organización optimista, rápidamente se pondrá a trabajar en la solución y descubrirá las oportunidades que hay ocultas en ella. Trabajarán con energía y entusiasmo, con compromiso e intensidad. Sin embargo, si tu organización es de las que se autodefine como realista informada gestionará la situación desde la minimización de los riesgos y trabajará con miedo, miedo a no salir de la crisis, a perder condiciones, a quedarse sin empleo. En este momento no lo puedes cambiar, pero debes conocerlo para saber en qué contexto gestionas.
Enfrenta la crisis. No la evites, no la niegues, acéptala y ve a por ella. Para ello tienes tres palancas que activar. La primera es minimizar los impactos y corregir todo lo que no funcione para que vuelva a funcionar cuanto antes. Es el corto plazo, la prioridad es la reacción rápida y la ayuda a mantener a los equipos activos y ocupados.
La segunda es cambiar el foco, mira desde otro ángulo y descubre nuevas soluciones para salir lo antes posible de la situación. Y la última es evitar el dolor. Sufrir por sufrir no aporta nada y resta energía a los equipos y a la organización. Necesitamos tener una hoja de ruta de solución compartida con todos para que sientan que están trabajando para salir y no se centren en el daño percibido.
Saca lo mejor de tu organización. Ayúdales a entender que son aún mejores de lo que ellos mismos se creen. Ponles retos, recuérdales permanentemente el propósito de la organización y una meta concreta para salir de la crisis. Aflora todos sus conocimientos, competencias y habilidades y haz que las pongan al servicio del plan. Todos aportan, todos son importantes y deben sentirse como tal. Ayúdales a que sea así y se demuestren a sí mismos lo relevantes que son para la organización y todo lo que aportan a ella.
Crea vínculos. Es el momento de crear alianzas, de unir a las personas y de reforzar la unión entre ellos. En la crisis se ve quién de verdad aporta y quien resta, quién es un motor en tu organización y quién es un lastre. Aprovecha para reforzar los vínculos con todos los stakeholders, a generar afinidad con ellos, ya que son ellos los que te van a sacar de la crisis. Una vez pase, será necesario reconocer y recompensar al que se ha comprometido y alejarse de aquellos que sólo se han implicado en la situación.
Prioriza sin perder tu esencia. Poner orden y elegir es el trabajo del CEO. En momentos de crisis, donde la velocidad de las decisiones y los cambios es vertiginosa, es donde debemos tener claras las prioridades a corto, pero sin perder el foco en los objetivos a largo plazo de tu organización. La pasión de las personas se moviliza por aquellos objetivos que realmente llenan tu vida, evita que la reacción urgente de supervivencia convierta a tu organización en una estructura sin alma, sin propósito y sin pasión.
El cambio es lo único permanente. Una de las megatendencias que hemos visto y analizado es que el cambio permanente ha llegado para quedarse. Una crisis sólo es una tipología de cambio que viene enfocada en la velocidad y profundidad de la misma. Aprovecha la situación para incorporar en la cultura de tu organización la pasión por el cambio y estarás ayudando a ganar el futuro. Anticípate, siempre. Pero para ello debes haber generado la cultura adecuada en tu ecosistema empresarial.