Cuando una persona fallece y deja una herencia, lo ideal es que los herederos lleguen a un acuerdo sobre el reparto de los bienes, (bueno, antes de eso, lo ideal es que exista testamento para que todo empiece bien)
Sin embargo, no siempre es así.
A menudo, las diferencias entre herederos generan disputas, muchas veces insalvables, que alargan el proceso y complican la gestión de la herencia.
La cuestión que preocupa tras un fallecimiento, bien porque ya existen conflictos previos o porque el patrimonio en considerable, es ¿qué ocurre cuando los herederos no logran ponerse de acuerdo?
La importancia de llegar a un acuerdo en el reparto
Cuando una persona fallece, sus bienes, deudas y derechos pasan a sus herederos.
Si hay testamento, (como decimos, la mejor situación) se reparte según lo establecido en él, si no lo hay, la cosa cambia y la ley determina quiénes son los herederos y en qué proporción deben recibir los bienes.
El problema surge cuando los herederos no se ponen de acuerdo en cómo repartir la herencia, algo que puede ocurrir por varios motivos, son más habituales:
- Uno de ellos no quiere vender y el resto sí
- No existe conformidad en el valor asignado a los bienes
- Existen problemas personales que dificultan el consenso.
Este tipo de desacuerdos pueden alargarse durante años, y generar tensiones familiares irreparables.
Llegar a un acuerdo es siempre la mejor opción, ya que evita conflictos largos y costosos, pero no solo económicos sino también emocionales por la carga que supone vivir estas situaciones en la propia familia.
Además, una herencia bloqueada no solo retrasa el acceso a los bienes, además obliga a unos gastos adicionales en mantenimiento, impuestos y gestiones de ese patrimonio, que derivan en unas implicaciones legales que merece la pena tener en cuenta.
Implicaciones legales de no acordar en la herencia
Cuando los herederos no logran ponerse de acuerdo, la herencia queda en una situación de bloqueo, con unas repercusiones legales que afectan tanto a los bienes como a los propios herederos.
Esta falta de consenso no solo impide la distribución de la herencia, sino que también añade otro tipo de complicaciones que no se tienen en cuanta hasta que ya es demasiado tarde y debes enfrentarte a ellas:
- La imposibilidad de vender o administrar los bienes heredados (una finca que no se puede vender si no hay acuerdo)
- Conflictos legales que sea alargan durante año y que obligan a iniciar procedimientos judiciales costosos y desgastantes (esa finca que lleva a hermanos a enfrentarse en los tribunales, y a gastar mucho dinero para defender sus derechos)
- Pérdidas económicas por falta de mantenimiento o gestión (esa finca, que mientras se ponen de acuerdo, necesita unos gastos para evitar su deterioro)
No solo eso, porque cuando la herencia contiene deudas, la falta de acuerdo acarrea problemas financieros para los herederos, quienes siguen siendo responsables de los pagos sin poder liquidar los bienes correspondientes.
Procedimientos legales ante desacuerdos hereditarios
La ley ofrece diferentes procedimientos para resolver el conflicto, dependiendo de la situación y el nivel de tensión entre las partes, algunas más adecuadas que otras, eso es algo que en cada caso se debe valorar.
Mediación familiar
No son pocas las veces en las que llegan a nuestro bufete clientes que solicitan nuestra ayuda como mediadores, en un primer paso para iniciar un acercamiento que la familia por sí misma no consigue.
El objetivo de este camino es alcanzar un acuerdo sin necesidad de ir a juicio.
El papel del abogado en la mediación de herencias
Su papel es clave en la resolución de disputas hereditarias.
Su intervención no solo facilita la gestión de la herencia, sino que también evita que los conflictos escalen a niveles más complejos, con asesoramiento y mediación, un abogado especialista en Derecho sucesorio ayuda a los herederos a dar con una solución equitativa y legal.
- Aconsejamos sobre el reparto de la herencia conforme a la ley, hasta llegar va una solución que beneficie a todos.
- Redactamos acuerdos que te permitan formalizar una solución consensuada con el resto
- Validamos documentos y trámites que os facilitan el reparto de los bienes.
Un papel especialmente relevante, cuando los herederos desconocen sus derechos o no tienen experiencia, en la gestión de herencias, ya que contar con un apoyo legal facilita la toma de decisiones informadas.
Recurrir a un contador-partidor
Si el testamento nombra a un contador-partidor, esta persona tiene la autoridad para repartir la herencia de manera equitativa, en otro caso los herederos están en su derecho de solicitar que un juez designe a uno.
Juicio de división de herencia
La última salida para resolver un conflicto enquistado, que puede parecer la más beneficiosa para todos, aunque también la más larga y costosa, pero como en el caso anterior, cualquier de los protagonistas tiene la opción de acudir a los tribunales para que un juez ordene el reparto.
Cada uno de estos procedimientos lleva aparejadas implicaciones diferentes y distintos tiempos y costos, por lo que te aconsejamos informarte bien de cada una antes de decidir qué camino seguir, sobre todo en caso de hablar de bienes indivisibles en los que la complicación aumenta cuando no hay consenso.
¿Qué pasa si hay bienes indivisibles en una herencia?
Aclaremos antes de nada que este tipo de bienes son aquellos que, por su naturaleza, no pueden dividirse sin que pierdan su valor o utilidad.
Los ejemplos más comunes, y que seguro conoces, incluyen viviendas, terrenos, obras de arte o vehículos.
Bien, pues cuando los hay en una herencia, y los herederos no logran ponerse de acuerdo sobre su reparto, el problema se acentúa.
Adjudicación a uno de los herederos
Una de las opciones legales con las que cuentas: que uno se quede con el bien a cambio de compensar económicamente a los demás.
Un caso claro es el de un piso que se debe repartir entre dos herederos, entonces se realiza la tasación y uno de ellos paga su parte al otro, así el primero se queda con esa vivienda en propiedad sin perjudicar al segundo.
Venta y reparto del dinero
En el ejemplo anterior hemos supuesto que uno de los herederos se quería quedar con el piso, ahora vamos un poco más allá, ninguno quiere mantener esa herencia, entonces la solución es venderlo y repartir el dinero que se consiga.
Subasta judicial
Ahora, como tercer caso, imaginemos que se trata de una obra de arte difícil de vender y, aunque los herederos quieren hacerlo, no lo consiguen de forma privada.
Entonces pueden acudir a un juez para que ordene su venta en subasta pública.
¿Y si un heredero no quiere participar en el reparto?
A veces ocurre que uno de ellos no quiere firmar el reparto, o simplemente desaparece, y no se puede contactar con él.
Son casos en los que la partición se llega a prolongar mucho tiempo, con el consiguiente perjuicio para el resto, sobre todo si necesitan con urgencia realizar el reparto.
Son casos que, aunque menos habituales, no nos son desconocidos y en los que podemos hablar dos escenarios diferentes:
- Se niega a firmar sin motivo, aquí, los demás herederos pueden acudir a un juez para forzar la división.
- Está en paradero desconocido y no hay manera de contactar con él, este caso es diferente, se trata solicitar una declaración de ausencia legal para poder continuar con el proceso sin él.
Cuando se da este paso y, al tiempo, el heredero aparece, es necesario restablecer sus derechos para que le sea devuelta la administración de su patrimonio, ya que con su regreso recupera lo que le corresponde.
Los desacuerdos entre herederos complican no solo la gestión de una herencia, sino la relación familiar que, a menudo, aunque se solventen estos temas, termina resentida o incluso rota para siempre.
Lo ideal, y que aconsejamos, es apostar por el diálogo y por ceder en lo posible para acercar posturas, pero como no en todos los casos se consigue, conocer los mecanismos legales con los que cuentas, es fundamental si, llegado el momento, te toca vivir una situación de este tipo.