María Jesús González-Espejo
Instituto de Innovación Legal
En 1988 fui a estudiar a Ámsterdam y, entre otras las cosas que me sorprendieron estaban las viviendas que ocupaban algunos de los locales situados en la planta baja de muchos edificios, y que, incluso, en muchos casos, estaban a nivel inferior incluso de los maravillosos canales que surcan esta ciudad. El verano de 1989 fui a trabajar a Londres y allí también vi muchas viviendas que ocupaban bajos e incluso sótanos, y sus habitantes, como los de Ámsterdam, también parecían ser felices en ellas.
Madrid, Barcelona, Valencia y muchas otras ciudades españolas tienen problemas habitacionales. Los más de 18 millones de viviendas que según el INE hay en España, no son suficientes para todos. Y esta situación no parece que vaya cambiar, pues como indica Naciones Unidas los movimientos migratorios hacia las zonas urbanas no dejarán de crecer en los próximos años. En nuestro país, la transformación de locales en viviendas, los llamados cambios de uso, se están incrementando día a día.
Esta alta demanda la justifica la radical transformación que se está produciendo en el comercio, cuyo trasvase al entorno digital es ya imparable. Este trasvase se hubiera producido seguramente durante varias décadas, pero la pandemia aceleró el proceso y hoy son miles los comerciantes que se han visto abocados a cerrar sus puertas.
Por eso, las ciudades y los pueblos se han llenado de carteles que penden de los escaparates con “se traspasa”, “se vende” o “se alquila”. Muchos de estos comerciantes están atravesando situaciones económicas difíciles y para muchos de ellos, el local es, si no el principal, uno de los principales activos de su patrimonio y, por ende, esencial fuente de recursos para su retiro futuro.
Y ante esta situación, ¿qué dice nuestra legislación urbanística? Varios aspectos que están limitando el valor real de los locales e impidiendo que se produzca una necesaria transformación de espacios perfectamente válidos para convertirse en soluciones habitacionales. La principal es que, si un local está por debajo del nivel de calle, ya no puede convertirse en vivienda.
La realidad es tozuda: necesitamos más viviendas y hay muchos comerciantes y empresarios que ya no necesitan sus locales. Son mayores y desean jubilarse, están cansados de luchar en un contexto económico que hace inviable sus negocios.
Se trata de permitir que todo local susceptible de serlo, se pueda convertir en vivienda y, por ello, exigir unos requisitos más acordes con la realidad.
En tiempos pasados, parecía razonable la exigencia de que el nivel más bajo de una vivienda estuviese a nivel de calle, porque se pretendía evitar que se habitaran espacios húmedos e insalubres. Pero hoy, el sector de la construcción puede utilizar materiales aislantes y suficientemente estancos para mitigar estos problemas, y que un piso esté unos centímetros por debajo del nivel de callen o puede inhabilitar elespacio para ser utilizado como vivienda, pues hay numerosas soluciones de construcción que pueden soslayar ese inconveniente y que resulte inapreciable.
Es perfectamente viable vivir en locales, e incluso muchos de ellos pueden ser una excelente solución habitacional para personas con problemas de movilidad, que necesitan accesos cómodos y fáciles desde la calle.
El marco legal no puede cercenar la libertad de las personas a vivir en lugares que son perfectamente válidos para ello y debería acomodarse a la realidad del estado actual de la técnica y sus innovadoras soluciones.
Por otra parte, si estos locales no se reconvierten, poco a poco, serán espacios fantasmas, abandonados y sucios, y probablemente insalubres, algo que se evitaría si fueran habitados.
Seamos más cosmopolitas. Si Londres y Amsterdam consideran adecuado que sus ciudadanos habiten en viviendas bajo el nivel de calle, ¿por qué Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia no pueden también dar la consideración de vivienda a este tipo de espacios?, ¿no sería una buena idea apoyar a los comerciantes y empresarios con esta válvula de escape y aumentar el parque de viviendas, convirtiendo espacios que antes eran locales en pisos, ofreciendo una buena solución a un problema social de primer orden?