Hoy voy a copiar a Bernat Miserol y dejo una reflexión de viernes, después de haber estado desde las 9:00 a las 14:30, en varios Juzgados de lo Social para celebrar conciliaciones judiciales, en el SMAC, celebrando también un par de conciliaciones y aprovechando algo de tiempo en la Sala de togas revisando unos documentos y haciendo alguna llamada para terminar de ultimar un acuerdo.
Entre los abogados y abogadas tenemos la costumbre de referirnos al resto de abogados y abogadas como compañeros y/o compañeras, pero desde mi punto de vista esta denominación está sobrevalorada. Aunque por costumbre probablemente seguiré utilizando la palabra, pero creo que hay que diferenciar 3 tipos de relaciones:
Amigo/as que son además compañeros de profesión, son personas con las que puedes contar tanto personal como profesionalmente, con las que tienes una relación profesional, por ejemplo, porque has compartido despacho, habéis trabajado juntos, sois compañeros de universidad, o tenéis conocidos en común, que hacen que tu relación no sea solo profesional sino también personal, con los que puedes quedar para comer, tomar un café y por supuesto para comentar temas jurídicos y hablar sobre las cosas buenas que tiene la profesión y también sobre las “miserias”, que también las tiene.
A pesar de tener esta relación, si coinciden en un juicio o en una negociación, cada uno se “deja la piel” por los intereses de su cliente, pues somos profesionales, buenos profesionales.
Yo puedo decir bien alto, que cuento con personas así: Virginia, Laura, Emma, José G., Alberto, Lidia, Jose M., Ana M., Ana P, Ana R., Cristina, Mariola, Sara, Tere, Roberto, Carlos, María, Edu, Elena, Ismael, Pilar, Marta, Conchi, Patricia, Santiago, Raquel, etc., seguro que me olvido de alguien, pero es viernes por la tarde y he tenido un día "ajetreado".
Compañeros de profesión, son personas con la que tienes una buena relación profesional, con la que hablas algunas cosas personales en los pasillos del juzgado, en las conversaciones previas a empezar o terminar una negociación o una reunión, con los que coincides en algún Congreso, evento, etc, son abogados fiables o confiables, “tienen palabra”, actúan de buen fé en las negociaciones y cuando te dicen “voy a trasladárselo a mi cliente”, “no te garantizo nada pero lo voy a intentar”, “te lo mando firmado ahora” “ok tenemos el acuerdo, ahora tenemos que darle forma”, sabes que es así.
Las negociaciones son duras y tensas pero no se pierden las formas y siempre hay mutuo respeto personal y profesional , te saludas y despides con corrección e incluso con cariño y, si encarta, te tomas un café al terminar.
También puedo decir que cuento con compañeros de profesión, Ignacio, Fermin, Carlos, Arturo, Julio S., Julio P, Anaïs, Manuel, Jaime, Teresa, Francisco, Ana, Pilar, etc., seguro que también me olvido de alguien, lo siento.
Personas con las que comparto profesión, son abogado/as, por tanto, comparto profesión, pero piensan y actúan como si descienden de los Dioses del Olimpo, no anda sino que levitan, y piensan que tu estas en el Juzgado, en el SMAC o en una negociación porque pasabas por allí, que les debes pleitesía, que pretenden decirte como hablar con tu cliente, cómo redactar documentos, y que se permiten el lujo de decir cosas como (todas son expresiones reales de esta misma semana) “si no llegamos a un acuerdo me voy a preparar el juicio” (y yo pienso….¿pero pensabas asistir a un juicio sin preparártelo?), “este juicio lo tengo ganado” (y yo pienso…..¿entonces? ¿Por qué quieres llegar a un acuerdo?), “eres muy desconfiada, somos compañeros” (y yo pienso……pero si ni siquiera te has identificado con tu nombre cuando me has llamado), “tu sabrás lo que te conviene” (y yo pienso……¿a mí?, lo que me conviene a mí es que me toque la lotería), "eres intransigente" (yo pienso.......si ser intransigente es que no permita que mi cliente firmar un documento con el que yo no estoy de acuerdo, que has redactado tú, es incomprensible, farragoso y un nido de controversias futuras, si lo soy, lo soy, me declaro intransigente).
De esta categoría también tengo, y esta semana especialmente, pero no merece la pena poner los nombres de pila, bueno, es que uno ni si quiera me lo dijo, jajaja.
Yo por mi parte espero seguir contando y sumando amigo/as abogados y compañeros de profesión que te hacen la labor más agradable, aunque no sencilla, pues cada uno defiende y vela por los intereses de sus cliente, y con los que aprendo cada día, porque como dice mi amigo abogado Ignacio Gutiérrez Arrudi:
"Cree y diviértete con la defensa; se transmite al cliente, al contrario y al juez"
"Nunca pierdas tu palabra, pues mantener tu palabra, te define y genera credibilidad frente el cliente y los compañeros".