El pasado 19 de octubre volvíamos a ver como unos 500 viticultores franceses asaltaban varios camiones con vinos y productos agrícolas provenientes de España ante la pasividad de la gendarmería francesa.
Esta noticia no es novedad en la frontera.
Ya el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó a Francia en 1997 por los ataques de agricultores franceses a camiones de transporte de mercancía españoles: es el caso "Comisión Europea contra Francia" (C-265/95). En esta sentencia se determinó que Francia había violado el principio de libre circulación de mercancías dentro del mercado único europeo al permitir y no tomar medidas adecuadas para prevenir las agresiones y bloqueos a camiones españoles en la frontera. Como resultado, Francia fue condenada y se le ordenó tomar medidas para garantizar la libre circulación de mercancías en su territorio.
Pero esta decisión no ha impedido que se sigan produciendo ataques en la frontera con la mayor de las impunidades, bajo el pretexto de que se trata de competencia desleal (pues los costos de producción son más bajos) o que existen diferencias normativas y de calidad.
Este proteccionismo que vive al margen de la realidad de la globalización no justifica en ningún caso la violencia ni los ataques a la propiedad, y la falta de acción por parte de la policía francesa para prevenir y sancionar estos actos de violencia es preocupante y debe ser abordada de manera urgente.
La libre circulación de mercancías dentro de la Unión Europea está protegida y garantizada por varias disposiciones legales. A continuación, se mencionan algunas de las principales:
1. Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE): El TFUE establece los principios fundamentales de la Unión Europea, incluyendo la libre circulación de mercancías. El artículo 34 del TFUE prohíbe las restricciones cuantitativas entre los Estados miembros y establece que las mercancías deben poder circular libremente dentro del mercado único.
2. Reglamento (CE) 2015/1589 sobre las normas aplicables a los acuerdos de restricción de la competencia: Este reglamento establece las normas de competencia de la Unión Europea y prohíbe los acuerdos que restrinjan la libre circulación de mercancías. Garantiza que los productores y distribuidores puedan operar en un mercado abierto y competitivo.
3. Directiva 2006/123/CE relativa a los servicios en el mercado interior: Esta directiva se aplica a los servicios que afectan al comercio dentro de la Unión Europea, incluyendo los servicios de transporte de mercancías. Establece que los Estados miembros deben eliminar las restricciones injustificadas y facilitar el acceso a los servicios de transporte transfronterizos.
Estas normas buscan eliminar las barreras y restricciones al comercio transfronterizo, fomentando así un mercado único y competitivo en beneficio de los operadores económicos y los consumidores.
Hay que tener en cuenta que además de los daños materiales sufridos por los transportistas y las empresas, estos actos son constitutivos de delito por el Código Penal francés y deben ser investigados y perseguidos.
La cooperación entre los Estados miembros y el cumplimiento de la normativa jurídica europea son fundamentales para resolver este problema y garantizar un comercio justo y seguro en la frontera francesa.