Como usuario de Facebook, y de las redes sociales en general, siempre he tenido la sensación de que hay como un “triángulo de las Bermudas” en materia de seguridad. Cuestiones que nadie se atreve a preguntar y mucho menos responder, aunque por fortuna cada vez son más los profesionales que se esmeran en hacer de Internet un lugar más seguro y pacífico. Pero vayamos directos al grano ¿qué hago si entran en mi perfil con mis contraseñas sin permiso? ¿si me insultan o amenazan otros usuarios? ¿si algún desalmado abusa de la inocencia de mis hijos? La gravedad de los hechos puede ser tan honda como la de cualquier otro delito en la “vida real”.

Aunque existen medidas para evitar la comisión de los mismos, no siempre observamos las cautelas necesarias, o los delincuentes consiguen superar nuestras barreras. Si consideras que tú o algún miembro de tu familia ha sido víctima de una conducta delictiva o abusiva en Facebook, es recomendable que tengas en cuenta los siguientes consejos:

1.- Ponerlo en conocimiento de Facebook.

En primer lugar, denunciar lo ocurrido a los administradores de la propia red social es conveniente, aunque no sencillo. Al tener su sede en Estados Unidos, una denuncia por un delito grave ocurrido en España va tener, generalmente, una respuesta ineficaz, quedando fuera de su alcance. Sólo en estados iniciales de la conducta delictiva cerrar un perfil o eliminar fotos o texto será fructífero.

2.- Contactar con un Abogado Digital.

Un profesional que conozca el funcionamiento de las redes sociales y esté al corriente de las normas legales que pueden aplicarse en cada caso es fundamental para determinar su viabilidad, así como para recabar de forma rápida las pruebas más eficaces. Nos situamos en un ámbito diferente al habitual en el que será complicado encontrar evidencias o testigos de cargo. La más de las veces las pruebas serán indiciarias de lo ocurrido. Un Abogado Digital sabe cómo explicárselo a un juez y dirigir su atención contra el delincuente. Un profesional inexperto puede dejar cabos sueltos y lagunas sobre el delito, su autor, o el daño sufrido, dando pie al juzgado para archivar la causa.

3.- Denunciar lo ocurrido.

Al interponer la denuncia habrá que dar una descripción lo más minuciosa posible de lo ocurrido. Para evitar que el delincuente elimine o destruya pruebas puede ser incluso conveniente acudir al notario para que dé testimonio de las imágenes o del texto que aparece en nuestras pantallas de forma que su contenido no se pierda o adultere. Asimismo, poniendo en conocimiento del juzgado nuestras claves de acceso permitiremos que los jueces corroboren por sí mismos las acusaciones dando muestra de nuestra buena fe e indefensión.

4.- Solicitar la intervención de cuerpos especializados de Policía y Guardia Civil.

Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han creado departamentos específicos dedicados a la investigación de los delitos cometidos por Internet. Tanto el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil como la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional cuentan con los medios necesarios para investigar los delitos cometidos a través de Facebook. Su informe puede determinar los lugares y ordenadores desde los que se cometieron los delitos, resultando clave para dilucidar la responsabilidad del acusado o sospechoso.

Cumpliendo con estos cuatro pasos estaremos más cerca de que la investigación aclare lo ocurrido y determine quiénes son los responsables de los posibles delitos. Nuestra tolerancia o pasividad frente a tales conductas contribuye a que las redes sociales se conviertan en un nido de delincuentes amenazando nuestros derechos y los de nuestros familiares y amigos.