Alejandro Sánchez del Campo
- Legálitas y Wolters Kluwer reúnen en la Cámara de Comercio de Madrid a un centenar de pymes y autónomos preocupados por su imagen y la normativa legal que deben cumplir en internet, la responsabilidad penal que asumen o la ciberseguridad
Internet, a través de las páginas webs, foros y redes sociales, es el escenario en el que se llevan a cabo, de una u otra forma, muchas actividades económicas, ya sea por la promoción y publicidad de servicios o productos, o directamente porque allí se realizan las transacciones, junto al tratamiento de datos personales, conductas delictivas y ciberataques.
El contexto actual obliga a hacer compatible las acciones de marketing, dirigidas a la mejora de la imagen y el posicionamiento que una empresa debe tener en la red, con la legislación que regula este complejo escenario plagado de actores. Estamos ante una realidad de la que nadie escapa y, particularmente, a la de un centenar de autónomos y pequeñas empresas que, convocados por Legálitas y Wolters Kluwer, se dieron cita en el palacio de Santoña, sede institucional de la Cámara de Comercio de Madrid, para tratar estos asuntos de actualidad junto a importantes ponentes del sector jurídico.
Cecilio Moral, presidente de Legálitas; Rosalina Diaz, presidenta de Wolters Kluwer España; y Eva Serrano, vicepresidenta primera de la Cámara de Comercio de Madrid, fueron los encargados de inaugurar la jornada, coincidiendo en la importancia de dotar a las empresas de herramientas que proyecten la imagen y mejoren el posicionamiento de la marca, pero también del cumplimiento de unas normas y la protección frente a ataques en el mundo virtual.
La primera de las dos mesas redondas celebradas llevó por título “Marca y posicionamiento en internet”. Moderada por el director de Relaciones Institucionales de Legálitas, Miguel Ángel Villanueva, puso de manifiesto la importancia de cuidar la imagen en internet. Paula Fernández Ochoa, abogada y consultora especialista en marca personal, afirmó que “la tecnología es una aliada y, si no se percibe así, te quedas fuera. Cualquier marca necesita crear emoción y dejar huella, las marcas se están humanizando a través de los medios y las redes. Hoy en día no podemos plantearnos tener o no una huella digital, directamente, la tenemos.” Alejandro Sánchez del Campo, abogado experto en nuevas tecnologías e innovación en Garrigues, mostró su “preocupación por la cantidad de normativa existente que, incluso para los que se dedican a ello, tienen dificultades para estar al día”. Por su parte, Daniel Morales, director de Responsabilidad Social Corporativa y de la Fundación ORANGE, consideró que “la clave está en saber qué se quiere ofrecer a los demás, cuál es nuestro propósito, por qué se ofrece y, con todo ello, ser capaces de trasladar el mensaje a través de la tecnología. La diferencia está en las emociones que podamos trasladar, la venta del producto vendrá después.” Conclusiones compartidas por todos los ponentes que finalizaron con una sentencia: “la competencia puede copiarnos todo, menos la esencia” concluyó Fernández Ochoa.
La segunda mesa, moderada por el periodista de Wolters Kluwer, Pedro del Rosal, versó sobre “Ciberseguridad y responsabilidad penal de la empresa” y en ella se trataron aspectos de gran interés como la amplia reforma realizada en el Código Penal que, según recordó Rafael Catalá, exministro de Justicia, afectó a casi trescientos artículos y en especial al 21bis “que vino a “reforzar la confianza empresarial y el impulso de la economía”. Insistió en la necesidad de “evaluar las leyes que tenemos para comprobar si han servido para algo. Tenemos que cambiarlas, pero siendo capaces de transformar la sociedad, es decir, que la ley sirva para mejorar la convivencia de las personas y sus actividades”. Catalá animó a las pequeñas empresas a “avanzar mucho más para cumplir con estos programas de cumplimiento normativo”, siendo para muchas su asignatura pendiente en estos momentos.
En su intervención, Alejandro Abascal, magistrado de la Audiencia Nacional, profundizó en la responsabilidad penal de la empresa, afirmando que esta “pasa porque la misma no tenga las herramientas necesarias como medidas de vigilancia o control. En ese caso, la empresa será imputada por no generar una cultura de respeto al ordenamiento jurídico”. Recordó como las empresas, ahora, ya pueden acceder al correo de sus trabajadores y con ello “fomentar las investigaciones internas” dentro de los programas de Compliance que “deben ser examinados permanentemente para ser eficaces”.
Por último, Rafael Chelala, director del Programa de Ciberseguridad de Deusto - ICADE Business School, señaló que “el hecho de que una empresa esté imputada le hace mucho daño reputacional, por eso debemos velar por programas que aporten seguridad. Las tendencias han cambiado, los delincuentes se mueven en la red y por eso, nuestras organizaciones deben estar preparadas para los ataques informáticos, cada vez más frecuentes”. Por poner un ejemplo del peligro existente, recordó que “muchos de los dispositivos domésticos que tenemos en nuestras casas están conectados a internet y por ahí puede venir el ataque”.
La jornada se cerró con el propósito de seguir avanzando en esta línea de trabajo, con el compromiso de ayudar a pymes y autónomos a incrementar su presencia en internet de una manera eficaz, poniendo de relieve la importancia del compliance en todos los aspectos de su negocio y la necesidad de poner en marcha protocolos de ciberseguridad eficaces.