Podemos decir que el delito de amenazas es una de las figuras delictivas que más preocupan dentro del ámbito penal. Se establece dentro de los delitos contra la libertad y es que afecta, de una manera directa, a la seguridad y tranquilidad de cada persona. Hoy hablamos sobre lo que es realmente, los tipos de delitos de amenazas que podemos sufrir y como no, las consecuencias legales de todo ello.
Delito de amenazas: qué es
A grandes rasgos, podemos definir el delito de amenazas como una intimidación de una persona a otra, con el firme propósito de generar miedo. Esto puede ser a nivel físico o bien, emocional e incluso, patrimonial. Además, un delito como este se puede cometer de manera verbal, pero hoy en día, también puede estar encubierto a través de las redes sociales o demás medios digitales. Aunque es algo bastante evidente, cuando ocurre, sí que debemos aclarar que, desde el punto de vista legal, todo ello ocurre cuando la amenaza no es justa. Es decir, que no esté bajo un hecho legítimo, porque si te avisan de que alguien te va a denunciar o presentar una demanda, no es una amenaza como tal, sino un aviso legal. Claro que siempre hay que estudiar el contexto, porque en ocasiones sí que se puede amparar una amenaza bajo todo ello.
Estos son los tipos de amenazas que existen
Las amenazas leves
Aunque son amenazas, se les consideran leves a todas aquellas que se realizan hacia una pareja o a las personas que convivan entre sí. Están consideradas de poca trascendencia y no se diferencian entre si son con armas o no. Aunque sí tiene un castigo, en forma de multa, que puede ir desde 1 a 3 meses.
Las amenazas de mal constitutivo de delito
Cuando se amenaza a otra persona, diciendo que se va a hacer daño tanto a ella misma como a otras personas de su familia o cercanas, entonces todo ello se recoge en este tipo de amenazas. Son las que van en contra de la integridad moral, contra la libertad o intimidad, entre otros motivos. La pena varía en función de si la persona que amenaza cumple con su propósito o no. Si lo ha conseguido, se puede enfrentar de 1 a 5 años de cárcel.
Amenazas que van dirigidas hacia un colectivo
Cuando se lanzan amenazas que atemorizan a un colectivo o cualquier grupo de personas, entonces estamos ante una amenaza que supone una pena superior en grado. ¿Qué significa esto? Que estamos ante un delito con agravante y las penas son mayores. Si estás viviendo una situación así de complicada, lo mejor es que te pongas en manos de expertos abogados de amenazas. Ya que serán ellos el mejor apoyo en un momento tan delicado como este.
Amenazas condicionales y de mal no constitutivo
En este punto se recogen las amenazas que no constituyen un delito como tal. Es decir, imaginemos que se exige a un profesional emitir informes, que no son reales, sobre trabajadores u otras personas. Y si no lo hace así, será despedido. Igual que antes mencionamos, la pena irá en función de si la persona que amenaza consigue o no su propósito. Pero aún así diremos que será castigado con multas de 6 a 24 meses o con prisión de 3 meses a 1 año.
Chantaje
También el chantaje es otro de los tipos de amenazas y en el punto anterior dimos un buen ejemplo. Pero en este caso podemos hablar del tipo básico que es cuando se exige algo y si no se cumple, se chantajea con difundir información privada. Pero por otro lado, esta revelación no siempre es algo personal sino que puede estar relacionada con algún tipo de delito o infracciones.
Las consecuencias legales de las amenazas
Ya hemos ido mencionando cuáles pueden ser las consecuencias, dentro de cada tipo de amenazas. Aunque es cierto que siempre hay que estudiar bien el caso para poder dar con las penas finales. Aún así, las consecuencias no se hacen esperar:
-
Multas económicas: si la amenaza es leve, podemos decir que se impone una multa de tipo económico que va de 1 a 3 meses. Puede ser la cuantía de 150 euros al mes, pero la cantidad final la establece el juez. Eso sí, cada dos días que no se paguen, la persona condenada se verá privada de libertad durante un día o bien, se puede cambiar con trabajos en beneficio de la comunidad.
-
Penas de prisión: es otra de las consecuencias directas y es que, cuando hablamos de otro grado de amenazas, la cárcel es el mayor castigo. Un castigo que puede ir desde pocos días o meses hasta varios años.
-
Órdenes de alejamiento o medidas de protección: si hablamos de amenazas dentro del círculo familiar o violencia de género, entonces llegamos a las órdenes de alejamiento como medida de protección. De nuevo será el juez quien evalúe el caso y dictamine la sentencia final.
El impacto en el ámbito digital
Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, se han sumado también las amenazas en el ámbito digital. El conocido como ciberacoso o las amenazas en las redes sociales han ido creciendo. De este modo, son muchos los países que ya recogen nuevas leyes para hacer frente a todos estos problemas. Para intentar prevenirlos, en la medida de lo posible, conviene no compartir información personal con desconocidos. No exponer datos relevantes de tu vida en las redes sociales, así como bloquear y denunciar todo tipo de cuentas que emitan amenazas. Debes recopilar la información precisa para que así, en la denuncia consten como pruebas. Hoy en día no será complicado ya que tenemos en nuestras manos la era de grabar mensajes, correos o audios, entre otros. Recuerda que buscar apoyo legal en abogados de amenazas es importante pero no te olvides del apoyo emocional, para poder afrontar este tipo de situaciones.
No hay comentarios.