Bilbao, 16 oct (EFE).- El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado la pena de 4 años de prisión que impuso la Audiencia de Bizkaia a un entrenador de fútbol femenino vizcaíno por abusar sexualmente de una menor de 14 años del equipo que entrenaba en 2022.
En su resolución, la Sala de lo Civil y Penal del TSJPV ha rechazado el recurso que interpuso el acusado contra la sentencia de la Audiencia vizcaína de 21 de mayo de 2024 sobre este caso y ha confirmado la pena de prisión, así como la inhabilitación para desempeñar la actividad de entrenador de fútbol escolar durante 9 años, entre otras medidas impuestas en primera instancia.
En su sentencia, recurrible ante el Tribunal Supremo, el Superior vasco ha considerado que la Audiencia de Bizkaia "entendió acertadamente" que "el testimonio de la perjudicada contenía suficiente carga incriminatoria para desvirtuar el principio de presunción de inocencia" del acusado.
La Audiencia vizcaína declaró probado que la tarde del 14 de junio de 2022 el condenado buscó un encuentro con la menor fuera del entrenamiento y con el pretexto de corregir su postura al correr, se situó a su espalda, "echó sus brazos hacia atrás, aproximándose a ella hasta tocar y comprimir su pene erecto contra el culo" de la menor.
En su resolución, la Audiencia de Bizkaia destacó la concreción de la declaración de la víctima y la ausencia de contradicciones.
En su recurso ante el TSJPV, el acusado alegó que no hubo prueba de cargo bastante para condenarle, "partiendo del cuestionamiento del testimonio de la víctima", pero el Superior vasco ha señalado que el tribunal de instancia valoró la declaración del encausado y de la perjudicada, la de los testigos y la prueba documental y estimó que la versión de la menor "merecía credibilidad".
Sin embargo, el TSJPV ha indicado que "ninguna de las alegaciones que formula la parte apelante ofrecen una base suficiente para justificar el error que denuncia en relación con la apreciación de la prueba efectuada por el tribunal de instancia".
El alto tribunal ha considerado también que no parece “lógico" que la menor se sintiera tan “incómoda por las correcciones técnicas de su entrenador sobre su manera de correr y tan preocupada por su futuro en el equipo de fútbol que le llevaran a urdir un plan para perjudicar al entrenador (…) atribuyéndole actos que hipotéticamente no cometió".
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