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Con la vuelta al cole, recordamos de qué formas podemos proteger a los menores de los delitos en la red.

Es el momento de la vuelta al cole y, dado que cada vez es más común la utilización de medios informáticos en el aula, cabe recordar de qué formas podemos proteger a los menores de los delitos en la red. Te explicamos cómo actuar y qué tener en cuenta si, por ejemplo, suplantan las cuentas de tu hijo. ¡Podría acarrearle problemas graves!

¿Qué es la ciberdelincuencia?

La ciberdelincuencia se basa en cualquier actividad ilícita que se cometa a partir del uso de medios informáticos, utilizando las redes e internet. De la misma forma que cerramos la puerta de casa con una o varias cerraduras, también debemos cerrar nuestros accesos a internet ante incursiones externas. Por desgracia, los ciberdelincuentes van siempre por delante y, por este motivo, se hace más necesario que nunca adoptar cuantas medidas protectoras posibles en todas las actividades que realizamos en las que Internet tiene cabida, incluyendo los estudios.

¿A qué peligros están expuestos los alumnos?

Hoy en día, la manipulación de archivos digitales forma parte de la realidad. Nos pueden manipular un archivo que enviamos a nuestro director o hacerse pasar por nuestro hijo y enviar un trabajo a nuestro profesor con el interés de perjudicarlo.

Suplantación de identidad

Uno de los peligros más comunes a los que están expuestos nuestros hijos es a la suplantación de su identidad, ya sea por parte de un compañero o por parte de cualquier adulto que se cuele en su cuenta sin permiso. ¡Veamos dos ejemplos!

  • Insultos a una profesora
    A título de ejemplo, un caso real ocurrido en una clase de niños de 8 años. Las contraseñas eran conocidas por todos, dado que tenían que ser fáciles para ser recordadas. Uno de ellos entró en el mail de un compañero y envió un correo a la profesora con insultos. Finalmente, se pudo descubrir que a la hora en que se envió el mail el dueño del correo no tenía acceso a Internet. La forma de actuar en este caso es idéntica a aquellos que nos suplantan la identidad para cometer estafas o para intentar hacernos daño.
  • Envío de archivos delictivos
    Imaginemos ahora por un momento, que se envía un archivo de pornografía infantil o de cómo confeccionar bombas. Las consecuencias penales de esto pueden ser muy graves para nosotros, más allá de una expulsión del centro educativo.

Robo de contraseñas

Debemos tomar conciencia que las contraseñas que utilizamos deben tener las máximas garantías y que los datos que facilitamos a extraños deben ser los mínimos indispensables.

Cómo defendernos de estos delitos

Para poner un poco de luz y defendernos ante estos delitos, tenemos lógicamente los Juzgados y Tribunales donde podremos intentar aportar pruebas, mediante los peritos habilitados, conforme nuestros aparatos han sido manipulados internamente y que nada tenemos que ver con lo que aparentaba.

Hay que cuidar la forma en que se obtienen estas pruebas, dado que el Código Penal castiga también la obtención de pruebas indebidamente, pudiendo incurrir el delito de violación del Derecho al secreto de las comunicaciones.

En definitiva, estemos alerta cuando accedemos a internet en proporcionar el mínimo de pistas posibles para evitar ser suplantados, estafados o que dañen nuestros aparatos.




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