Si van a poder conservar su coche, es una de las cuestiones que más habitualmente nos plantean nuestros clientes, cuando deciden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, un mecanismo lleno de beneficios, que ha permitido a miles de particulares y autónomos empezar de nuevo tras una situación de insolvencia.

¡Y la respuesta es afirmativa! En la actualidad la Ley permite conservar el coche en determinadas circunstancias: coche de valor económico bajo, coche con carga financiera y coche sin financiar de alto valor económico. Por lo tanto, el tratamiento que se dé en el procedimiento concursal al coche del deudor va a depender de sus circunstancias, así como de la actuación de los abogados, que será crucial para intentar excluir activos como el coche o la vivienda habitual.

Coches de valor económico bajo o sin valor

Si el precio que se podría obtener, en el proceso de la segunda oportunidad, por el coche es demasiado bajo, su liquidación no generaría suficiente dinero como pagar deudas y podría resultar incluso antieconómica. Así pues, en este caso se puede conservar el coche al acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

Como norma general, cuanto mayor sea la antigüedad, los gastos de puesta a punto y el kilometraje del vehículo, menor será su valor de mercado y, en consecuencia, es más probable que se pueda conservar.

Coches con carga financiera

Lo más habitual cuando compramos un coche es financiarlo. En este caso la entidad financiera se reserva el dominio del vehículo, es decir, es la propietaria del coche hasta que paguemos el préstamo en su totalidad. Esta deuda no es exonerable, debido a que esta financiación tiene como garantía el vehículo, gracias a la reserva de dominio.

Así, en caso de mantener deudas con la entidad financiera que ostenta la propiedad del vehículo, será complicado poder conservarlo con la Ley de Segunda Oportunidad, salvo que se pueda terminar de pagar el préstamo o si es posible, renegociar las condiciones de pago con la financiera para mantener el vehículo.

Coches de valor económico alto sin financiar

Esta es otra alternativa en la que es posible conservar el coche. Existen varias opciones para intentar no perder el vehículo en este caso: indicar y solicitar la necesidad de conservar el vehículo para continuar la actividad profesional o por ejemplo, pedir la venta por adjudicación directa en el concurso a un familiar o amigo.

En definitiva, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad tiene pros y contras. Es previsible que podamos perder la mayoría de los bienes, pero debemos tener en cuenta que hay casos en los que se puede conservar el coche, al igual que la vivienda habitual.