La cliente no estaba de acuerdo con esta medida puesto que tenía hijos de 6 y 9 años a los que tenía todos los días que llevar y recoger del colegio con un horario que era incompatible con su horario laboral y además ejerciendo funciones de teleoperadora lo que permitían perfectamente que pudiera continuar teletrabajando sin causar ningún perjuicio a la empresa.

Interpuso demanda y en juicio logramos acreditar la necesidad imperiosa de nuestra cliente de continuar con la modalidad de teletrabajo puesto que sus funciones eran perfectamente compatibles con esta modalidad y pese a que la empresa presentó un informe pericial donde acreditaba los perjuicios empresariales del teletrabajo, la juez finalmente dio la razón a la trabajadora a nosotros y ganamos el procedimiento