Los empresarios catalanes miran al futuro con un mayor optimismo que el resto de directivos españoles. De acuerdo con los datos del International Business Report (IBR) de Grant Thornton, presentados hoy durante el evento “Diálogos para llevar a tu empresa más allá en 2025”, el 76% de los empresarios de Cataluña se muestran optimistas respecto al desempeño de su compañía en 2025, una cifra siete puntos superiores a la reflejada por el conjunto del empresariado español.
Estas impresiones se basan en una expectativa de incrementos de los beneficios a lo largo del año. A este respecto, el 69% de los empresarios catalanes esperan lograr este objetivo, una cifra siete puntos por encima de la media para el conjunto de las empresas españolas. Por el contrario, el 57% de los empresarios catalanes también cree que incrementará su rentabilidad en 2025, lo que contrasta con el 62% para el global de los empresarios españoles.
De acuerdo con Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “La marcha de la economía catalana y española está siendo positiva. De hecho, el acceso a la financiación es cada vez mayor, ya que solo tres de cada diez empresarios catalanes dicen tener problemas en este aspecto. Sin embargo, no podemos olvidarnos de los retos existentes, especialmente en materia regulatoria, ya que muchas compañías están afrontando las dificultades que suponen unos cambios constantes que exigen un arduo esfuerzo de adaptación. Además, debemos estar atentos a cuestiones macroeconómicas y geopolíticas, que esperemos que se estabilicen en este año, y particularmente a la evolución de los tratados comerciales internacionales tras la llegada de la nueva administración de Estados Unidos”.
Dentro de este contexto de expectativas de crecimiento, los socios de Grant Thornton Eduard Gellida, de Financial Advisory, y Jordi Santamaría, de Legal, anticiparon un incremento tanto del número de operaciones corporativas que se cerrarán en España en 2025 como del importe de las mismas. En este último aspecto, la tendencia marcada en 2024 ya fue muy positiva, con un total 38.640 millones de euros, un incremento superior al 42% respecto al año 2024, impulsado de forma extraordinaria por el cierre de las grandes operaciones de Idealista, Vodafone y Applus.
La línea marcada por España contrasta con la de la Unión Europea. Durante el año pasado, se cerraron un mayor número de operaciones en el territorio comunitario, pero se produjo una caída ligeramente superior al 5% en el importe de las mismas, hasta los 646.320 millones de euros.
Estas cifras concuerdan tanto con las previsiones del BCE y el FMI, que sitúan el crecimiento del PIB español un punto por encima de la media de la UE. Esta es una cifra similar al optimismo mostrado por los empresarios para la evolución de sus negocios en 2025. El IBR de Grant Thornton arroja una cifra media para Europa de un 60%, nueve puntos por debajo de la cifra española.
Como razones de este crecimiento, los socios de Grant Thornton señalaron, entre otros factores, y además de la caída de los tipos de interés, el peso que estaba adquiriendo la Inteligencia Artificial y el sector tecnológico entre los inversores. De hecho, en los próximos años se esperan grandes inversiones en este ámbito tras el reciente anuncio de Donald Trump de invertir 500.000 millones en el desarrollo de la IA o la recomendación del informe Draghi a la UE de elevar esta cifra hasta los 800.000 millones.
Frente a estas expectativas de crecimiento y optimismo, Eduard Gellida y Jordi Santamaría presentaron también los principales retos de la Unión Europea para 2025, entre los que destacan las brechas de datos y la necesidad de apostar por la ciberseguridad. Según indicaron, en el 2024 se han incrementado un 24% las brechas de seguridad de forma global, lo que puede afectar al cierre de muchas operaciones corporativas.
Además, también señalaron otros elementos a tener en cuenta como la entrada de fondos activistas a la composición de las juntas directivas corporativas, una mayor regulación en materia antimonopolio o la ampliación de los procesos de Due Dilligence a otras áreas adicionales a las tradicionales, como puede ser la sostenibilidad o la propiedad intelectual, afectada en este caso por el uso creciente de la Inteligencia Artificial.
Mayores requisitos de sostenibilidad e información financiera y no financiera
Otro de los aspectos destacados por los socios y directores de Grant Thornton en el evento “Diálogos para llevar a tu empresa más allá en 2025” fue el incremento de los requisitos de información financiera y no financiera para las empresas españolas, siguiendo los estándares marcados por la Unión Europea.
La nueva Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que ya comenzó a entrar en vigor en el año 2024 para las entidades de interés público y que este año 2025 se amplía a las empresas medianas y grandes, estipula la necesidad de definir de forma clara en sus informes las actividades que han realizado y son consideradas como sostenibles, aplicándose tanto a la propia compañía como a toda la cadena de valor. Este aspecto, explicado por Gemma Soligó, socia de Auditoría y directora de Práctica Profesional de Grant Thornton y Sergi Puig-Serra, socio responsable de Assurance No Financiero, comienza a aplicarse en España en un contexto de retroceso de las inversiones corporativas en el ámbito medioambiental, liderado por la nueva administración estadounidense y a la que se han sumado múltiples bancos y gestoras, incluyendo recientemente a Blackrock.
A pesar de ello, los empresarios catalanes son conscientes de la necesidad de mantener un compromiso con el medioambiente e implementar un sistema común de clasificación para fomentar la inversión privada para contribuir a una economía climáticamente neutra. En este sentido, según el IBR de Grant Thornton, el 62% de los empresarios catalanes asegura que invertirá en materia de sostenibilidad en 2025, una cifra que supera tanto a la media española (54%), europea (52%) e incluso global (58%).
De acuerdo con Gemma Soligó, “Cada vez se exige una mayor concordancia entre la actividad financiera y la actividad no financiera. Estos dos informes no serán independientes uno de otro, sino que los aspectos de sostenibilidad se tendrán en cuenta a la hora de analizar la actividad financiera y el entorno económico de la compañía afectará a su análisis en materia de sostenibilidad”.
Novedades en el ámbito laboral
En el terreno laboral, Aurora Sanz, socia directora de Laboral y Cristina Orejas, directora de Laboral, anticiparon las principales tendencias que marcarán a las empresas españolas en 2025. Entre ellas destacan la reducción de la jornada a 37,5 horas, la regulación de la desconexión digital, el nuevo registro de la jornada, el nuevo estatuto del becario o los cambios en las indemnizaciones por despido entre otras.
Entre otros aspectos, Cristina Orejas destacó el cambio en el proceso de despido disciplinario, en el que “ya no se puede entregar una carta al empleado y enviarlo a casa”, sino que es necesario concederle una audiencia previa para que presente sus argumentos.
Aurora Sanz, socia directora de Laboral, señaló que “antes era posible dirigir una empresa a golpe de talonario, pero ahora cobran una mayor importancia las relaciones laborales y, por tanto, contar con una buena asesoría laboral y jurídica. Todos estos cambios, así como los ajustes en las leyes de prevención de riesgos laborales, implican una labor no solo de revisión de los protocolos internos, sino también de sensibilización, información y, también, dar ejemplo desde la dirección”.
Estos cambios suponen un elemento fundamental para las estrategias corporativas de las compañías catalanes, puesto que, de acuerdo con el IBR, un 38% de las mismas pretende contratar nuevos empleados este año, una cifra bastante baja en comparación con las perspectivas españolas (45%) y particularmente con la media global (57%). Igualmente, un 43% de los empresarios catalanes y españoles espera invertir en la mejora de las habilidades de sus profesionales, una cifra que ha caído en seis y siete puntos, respectivamente respecto al pulso del trimestre anterior del estudio.
Mayor carga impositiva y cambios en los procesos de facturación
Durante el evento, los socios de Fiscal, Toni Justicia y Álex Casado, repasaron las novedades en el impuesto de sociedades e IRPF y los nuevos tributos aprobados el pasado 20 de diciembre, entre los que destaca especialmente el nuevo tributo mínimo global del 15% para las compañías, que se ha aplicado de forma obligatoria en España.
Asimismo, también analizaron los cambios realizados en los programas de facturación y que también alterarán los procesos corporativos de las empresas españolas. Mediante el sistema Verifactu, prevista para julio de 2025, el control sobre las facturas presentadas por las compañías se incrementará, siendo el fin de los tradicionales documentos presentados en Word o Excel.
Estos cambios podrían llegar a afectar a las expectativas de los empresarios catalanes para sus negocios, puesto que la percepción de la burocracia y la excesiva regulación como una barrera para sus negocios está manteniendo una tendencia alcista, siendo actualmente su tercera mayor preocupación, con un 45% de las respuestas del IBR, una cifra similar a la de los españoles (46%).
Apuesta por la resolución extrajudicial de conflictos
En el terreno judicial, Álvaro Rodríguez, socio director de Legal, junto con Joan Saula, socio de Legal, e Ignacio Ripol, director de Mercantil, diseccionaron las novedades de la denominada ley MASC (Métodos Alternativos para la Solución de Conflictos), que trata de modernizar y agilizar los procesos judiciales. Para ello, entre otras medidas, obliga a las compañías a demostrar que se ha intentado resolver la contingencia mediante un método extrajudicial antes de llevar el asunto a los juzgados. Entre los métodos que la ley contempla se incluyen la mediación, la conciliación privada, la opinión de un tercero o experto independiente, el proceso del derecho colaborativo, la negociación directa y la oferta vinculante.
En palabras de Alvaro Rodríguez, “Esta ley es positiva y está funcionando en los países anglosajones. No creo que se deban acceder a estos métodos extrajudiciales simplemente para cumplir el expediente, sino que tenemos que utilizarlos como una herramienta útil de verdad. Para ello, las empresas deben revisar sus estatutos y sus futuros contratos para incluir la cláusula de resolución de conflictos. De esta forma podríamos evitar acudir a una resolución judicial que no solo es larga y costosa, sino que también daña irremediablemente la relación comercial entre las partes implicadas”.
