Entrevistamos a Ignacio Díez de Rivera y Antonio Castán, Socios de ELZABURU, despacho con sede central en Madrid, calle Miguel Ángel, 21. ELZABURU es una firma especializada en propiedad industrial e intelectual y tecnologías de la información creada hace 155 años, cuya misión es proteger, defender y poner en valor la innovación y creaciones de sus clientes. Cuenta con un equipo de 165 profesionales formado por abogados y expertos técnicos de diversas áreas (ingenieros, químicos, biólogos, biotecnólogos, físicos, etc.), quienes asesoran, gestionan y controlan la defensa legal y la protección de los derechos en todas las etapas de los activos intangibles. La firma es un Hub IT&IP del sector jurídico y ha sido el primer despacho español en obtener protección aduanera comunitaria. Gestiona más de 34.000 marcas de empresas españolas fuera de nuestras fronteras y tiene más de 25 años de experiencia con 1.000 litigios tramitados o en curso.
El 2020 ha sido un año especialmente difícil a causa de la pandemia, ¿qué balance podría hacer del mismo?
2020 sin duda ha sido un año complicado. En el plano personal, nuestra Firma, como tantas otras organizaciones y familias, se ha resentido por la dolorosa pérdida de dos de nuestros directivos señeros, nuestros queridos Alberto de Elzaburu y Antonio Tavira. Además hemos seguido con sensibilidad y empatía la situación por la que atravesaban muchos de nuestros clientes a consecuencia de la pandemia. Sin embargo, el Balance final es esperanzador. La Firma ha resistido todo el año evitando medidas traumáticas para la plantilla, y el comportamiento de nuestros profesionales y de todo nuestro personal ha sido admirable y el resultado económico ha terminado finalmente en azul.
¿En qué medida han cambiado la forma de ofrecer los servicios jurídicos de su despacho? (organización, relación con clientes, teletrabajo, cambios de sistemas informáticos, innovación,..)
Nuestra firma llevaba ya mucho tiempo trabajando en entornos en la nube. La pandemia puso a prueba nuestros sistemas y la respuesta fue extraordinaria. Desde el primer día en que se declaró el estado de alarma, la totalidad de la plantilla pudo teletrabajar desde casa con plena operatividad. El contacto con nuestros clientes y la continuidad del servicio no se han visto alterados.
Estos cambios, ¿han venido para quedarse?
No tenemos ninguna duda al respecto. El éxito del teletrabajo nos lleva a un modelo de oficina distinto. Estamos analizando los cambios sin ideas preconcebidas y sin prejuicios, viéndolo como una gran oportunidad. Será, al menos, una de las enseñanzas que nos deje esta cruel pandemia.
En su caso, ¿le ha tocado participar en juicios telemáticos? ¿cómo valora esta experiencia? (qué ha funcionado, qué se podría mejorar, tienen sentido si volvemos a la normalidad?).
Los abogados del Área de litigios de nuestra Firma han participado desde el primer día y promovido activamente la celebración de Vistas telemáticas. Hemos colaborado intensamente con organizaciones como la Fundación FIDE en proyectos de análisis y desarrollo de las Vistas telemáticas. Tenemos además aprobado un Protocolo interno para la celebración de las Vistas telemáticas. Muchos Juzgados de lo Mercantil han asumido el reto y han respondido ejemplarmente a esta necesidad. Nuestra experiencia, desde luego, es muy alentadora. Además, estamos persuadidos que esta nueva modalidad de Vistas está llamada a quedarse más allá de que perduren o no los efectos de la pandemia.
¿Han cambiado mucho las necesidades legales de los clientes durante el 2020?
Los sistemas de comunicación con los clientes, con el uso de las reuniones por Teams o Zoom, han cambiado desde luego; la necesidad de acompañar económicamente a los clientes en la recuperación de la normalidad económica también; pero en nuestra especialidad, la propiedad intelectual e industrial, las necesidades han venido siendo las mismas. Un hecho relevante ha sido el Brexit, cuyos efectos se notan desde el pasado 1 de Enero de 2021. Los registros de Marcas y Diseños de la Unión Europea se han clonado en el Reino Unido y hemos incorporado más de seis mil registros en nuestras bases de datos. De esta forma, los derechos de nuestros clientes están debidamente protegidos y vigilados en UK.
Desde el punto de vista de las novedades legislativas y pronunciamos judiciales, ¿qué es lo que considera más relevante en el 2020?
2020 ha sido un año muy rico y sorprendente en todo lo tocante a legislación. El uso del Real Decreto Ley nos ha obligado a estar muy atentos a los cambios incesantes que se han venido produciendo, principalmente en el ámbito de la Justicia, como consecuencia de la necesidad de suspensión de las Vistas y los plazos procesales. Todo apunta a que el proceso de reformas sigue su curso y que 2021 nos puede llevar a nuevos escenarios procesales. Pero así ha sido en verdad desde hace… ¿treinta o cuarenta años? Hay que estar preparado para ello.
¿Qué perspectivas tiene su despacho para el 2021?
El objetivo principal, de puertas afuera, es seguir acompañando a los clientes en esta etapa de recuperación de la normalidad económica. De puertas adentro, estamos empeñados en seguir reforzando nuestros sistemas y nuestra estructura financiera, a la par que mirando por la formación y motivación de nuestros profesionales.
Para este año que comienza hay se habla de varias reformas legislativas, ¿Qué es lo que considera que necesita una reforma urgente? (detallar el porqué) (se puede poner una o dos reformas)
Los efectos económicos de la pandemia van a condicionar mucho la Agenda legislativa para 2021. Sin embargo, parece claro que las Vistas telemáticas necesitan un impulso normativo urgente. También serán necesarias medidas que hagan posible que las empresas recuperen el impulso innovador, tan mermado por las pérdidas a que se han visto expuestas por el Covid.
¿Cree que la Justicia será capaz de remontar en el 2021 el parón judicial ocasionado con la pandemia?
Estamos totalmente convencidos de ello. La reacción de la mayoría de los Juzgados, al menos de los Juzgado de lo Mercantil que nosotros conocemos tan bien, ha sido ejemplar. Muchos de los riesgos que surgieron al comienzo de la pandemia (suspensión de Vistas y de procedimientos, ralentización de la tramitación de los pleitos) se han soslayado gracias a un voluntarismo judicial admirable. Queda mucho por hacer todavía, pero no podemos mostrarnos pesimistas en este punto.
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