Entre las herramientas para gestionar tu reputación profesional como abogado o la de tu despacho profesional hay una que es la estrella: el blog, sin embargo según sea utilizada puede generar un esfuerzo no correspondido con un impacto positivo para la consecución de nuestros objetivos. ¿Cuáles son las claves para lograrlo?
Cuando se siguen por curación de contenido cientos de blogs se tiene un pulso de las diversas maneras en que se trabaja con este canal y cuáles son las más efectivas para contribuir a crear tu buena reputación online.
Todavía en algunos casos no se ve su potencialidad por lo que en este post el objetivo es mostrarte de forma sencilla por qué debes tener una presencia en Internet con un blog y las posibilidades de cómo gestionar su contenido. Si después de ello sigues pensando que no lo necesitas, por lo menos tendrás claro que tu decisión está tomada desde una reflexión conociendo sus pros y sus contras.
La reputación online se crea y se gestiona. En el nuevo paradigma de la comunicación en el que nos manejamos la construcción social basada en percepciones de los demás según nuestra presencia digital tiene un impacto exponencial en nuestra reputación global. Esa marca digital se genera a través de la combinación de los imputs de la página web, blog, perfiles sociales, la generación de opiniones y acciones digitales, la información nuestra de terceras personas y de medios de comunicación.
¿Por qué necesito un blog?
¿Qué es un blog? Yo lo defino como la gran ventana de las oportunidades. Sea un blog propio profesional, sea un blog corporativo de un despacho, sea un blog profesional individual dentro del marco blog corporativo de la empresa, es una super herramienta siempre que tengas bien definido: para qué lo quieres, a quién te diriges, cuáles son tus recursos, establezcas un plan de contenido y de publicación, seas constante y midas los resultados. Sus ventajas las agrupo en tres principales:
1. Te ayuda a COMUNICAR: Se constituye en tu canal de comunicación, tu eliges tu propio contenido, lo que quieres contar. Desde el tienes la capacidad para informar, divulgar, expresar, compartir y persuadir sobre aquello que tu quieras y que sirva a tus intereses. Esto supone que tienes ante ti la posibilidad de mejorar en tu visibilidad y tu posicionamiento profesional personal o en el de la empresa en los buscadores (Google); de poder generar diálogo y con él nuevas relaciones y de ayudarte a dinamizar tus perfiles en las redes sociales; de ser un motor para un mayor aprendizaje, conocimiento, intercambio sobre las temática que abordas.
2. Te ayuda a GENERAR TU MARCA: Y con ello te ayuda a construir tu imagen y reputación. Y ya sabes, la marca o te la construyes tu o son los demás quienes lo hacen, por lo que más vale adoptar una actitud y postura proactiva. A través del blog puedes generar y transmitir confianza, credibilidad y profesionalidad y con ello generar reconocimiento y notoriedad.
3. Te ayuda a VENDER: Es una gran herramienta de marketing, un escaparate ‘amigable’ desde el cual ofrecer lo que más te interese: del posicionamiento de tu experiencia y conocimiento a productos y servicios concretos de tu despacho. No es lo mismo una página web que un blog, aunque se traten de páginas que cuentan con secciones de noticias, de información. En general, la gran diferencia es que:
“Una web se visita una vez y un blog se sigue”
4. Te ayuda a CONECTAR con el universo de la Red. En ocasiones hay profesionales y despachos que tienen una pagina web y abordan iniciar su presencia en Social Media pero para nada se plantean el abrir un blog. Si estás en redes sociales pero no tienes “un sitio” que sea tuyo y al que dirigir para consultar tus contenidos y conversar estás perdiendo la gran oportunidad de “contar tu historia” y poderla alojar en un sitio que no solo es contenedor de tus publicaciones, sino que permite seguir dialogando sobre los temas y generar contactos, además de aumentar el tráfico a tu página web. Necesitas ese punto desde el que hablar, ese “talking point”, para sacar todo el partido a las presencia en redes sociales.
Es tu punto central, de anclaje, en una presencia digital: desde las redes sociales llevarás a él a los usuarios para que consulten sus contenidos (textos, fotos, vídeos, audios…). Sin tener un blog la gran mayoría se convierte en transmisores del contenido de otros. En otras ocasiones se cree que con dirigir de vez en cuando a la sección de la página web donde están las noticias o informaciones es suficiente. Por el momento no hay ninguna herramienta más eficaz que un blog para funcionar como nuestra casa digital, como nuestro “talkint point”: el lugar desde el que vamos a conversar.
Al final, de lo que se trata no es solo de tener un lugar donde informas sobre que quién eres, que haces, qué ofreces, información de tu actividad, cómo contactarte… si no de ofrecer un contenido propio, específico, sobre el que dialogar con quien esté interesado, de poder ir creando una comunidad de intereses con la que interactuar y compartir temática y posicionarte como referente en la materia, poner en valor la experiencia. Y todo esto último lo posibilita un blog, no una web.
¿Qué 4 aspectos tengo que tener claro antes de abrir un blog?
En el caso de tener presencia en Social Media pero no querer tener un blog hay redes que permiten publicar contenidos de una manera propia, personalizada e ir guardándose en un mismo espacio para su visionado, como LinkedIn con su opción Pulse. En Google+ con la nueva opción Colecciones se pueden almacenar mensajes que contengan texto, fotografías, vídeos, enlaces o cualquier contenido multimedia que se pueda adjuntar. Nunca va a ser igual que un blog, pero pueden ser opciones interesantes a emplear. También se pueden elaborar micromedios utilizando servicios de curación de contenido que posibilitan hacer un diario o revista con las fuentes RSS seleccionadas como Paper.li o Scoop y servirá para aportar valor a lo que compartimos en las redes, que dependerá en función de la calidad de selección y su presentación que hagamos.
Hay cuatro preguntas que debes plantearte a la hora de poner en marcha un blog y si no se tienen claras y se fijan desde el principio dificultaran el tener coherencia y poder planificar contenido y estrategia para aportar un valor diferencial con éxito.
1. Cuáles son tus objetivos: ¿Por qué quieres abrir un blog? La mayoría de las veces suele buscarse un acercamiento con quien sea el publico objetivo de los servicios del despacho; otras el crear una marca, bien porque se empieza a trabajar en el sector, bien porque ya se lleva un tiempo haciéndolo pero no se tiene presencia digital; o se tiene en algún perfil social y para lograr un reconocimiento entre el sector profesional o entre el público objetivo como un especialista en determinadas materias aportando puntos de vista y/o consejos, análisis…
2. A quién te diriges: ¿Quiénes quieres que lo lean?¿Qué les puede interesar? ¿Qué necesitan? Es importante, ya que con ello fijarás el tipo de estilo del lenguaje, más o menos técnico, a emplear, su tono y la forma de trabajar los contenidos. No es lo mismo crear o curar contenido para acercar el mundo del derecho a las personas, hacérselo más comprensible, más fácil, con un carácter más divulgativo, que hablar para los colegas profesionales de una materia o abrirte paso en un nicho de área muy concreta.
3/ De qué temática vas a hablar: ¿Cuál es la materia dominante y subtemas del blog? ¿Vas a tener una especialización? ¿Vas a contar con secciones? ¿En qué eres bueno? ¿En qué, de aquello que dominas, te vas a centrar? ¿Dónde deseas posicionarte? Hay que poner foco para identificar de qué hablar y poder hacer propuestas de temas en un plan de contenido.
4/ Con qué recursos cuentas: ¿Cuánto tiempo puedes dedicarle? Importante para luego establecer un plan editorial de publicación, para marcar periodicidad. ¿Quién lo va a escribir cuando se trata de un despacho? En esos casos ¿Se va a hacer de manera corporativa firmado por el despacho, o dando presencia a los autores concretos? ¿Es un blog coral con la participación de varios? El blog puede servir no solo para hacer la marca del despacho si no de los profesionales que en él ejercen. Es una retroalimentación conjunta de la experiencia y talento para la potenciación mutua. Y ten en cuenta que no es solo la parte de crear el post (escribir, aportar material gráfico, audiovisual) si no una vez hecho cómo se va a dinamizar, moverlo para su difusión, y cómo se va a ir midiendo su evaluación de visitas e interacción para ir adaptando decisiones de mejora y reorientación.
Todo ello pensado y definido, unido a la imagen visual de tu marca, al diseño y presentación de tu identidad gráfica, configurará que partas con una buena base para arrancar la actividad de tu blog.
Tu contenido es la llave del éxito de tu presencia digital
Sea porque lo generas como propio, sea por tu labor seleccionando y presentando contenidos de terceros, el contenido siempre es el elemento estrella. Un blog ayuda a construir y proyectar nuestra identidad e imagen en función de lo que se comparte y de la habilidad para difundirlo. La manera en la que se va a trabajar el contenido que ofreces básicamente gira entorno a estos 3 tipos de opciones:
- Un contenido propio, elaborado 100% original.
- Un contenido que proviene de curación de terceros
- Un contenido que proviene de tus informaciones y actividades corporativas, a este respecto hay que tener cuidado con utilizarlo como si fuera una mera sección noticias.
Cada nivel tiene un impacto diferente en el concepto que se genera de tu reputación, pero lo relevante es que en los tres casos se aporte calidad en la manera de hacerlo. Si es así, son útiles los tres. Un plan de contenido en donde se mezclen ambos primando la elaboración propia es la combinación ganadora.
Los contenidos que generan mayor rechazo son aquellos en los que se abusa del SEO porque está mal entendido y lo que se realiza es una repetición machacona del nombre del despacho, de su especialidad, de la acción, caso o evento del que se habla… repetir y mal repetir lo mismo en los párrafos de un mismo post – a parte de provocar el no seguir leyendo- te va a penalizar el que se siga a tu blog, se referencie, se cite…, también tu posicionamiento en buscador Google, y, desde luego, no ayuda a una percepción profesional buena. Una cosa es aplicar siempre SEO –que hay que hacerlo y tener bien claras nuestras palabras de posicionamiento- y otra, muy distinta escribir solo pensando en eso, repitiéndolo de manera abusiva en cada párrafo.
Aquellos blogs en cuyo contenido están continuamente hablado con un enfoque “autobombo” de publirreportaje tampoco es bueno. Hay que hablar “de lo nuestro”, sí, pero hay que saber hacerlo y gestionarlo para no caer en el rechazo. Así que cuidado, más vale moderarlo. Respecto a cómo se maneja el contenido de terceros hay que se honesto y profesional. Para empezar, debes tener claro que con ello la reputación se la estás generando a otros y, por tanto, a la hora de hablar de “sus” contenidos, debes aportar algo de “valor”, porque sintetizas, seleccionas, concretas en ideas claves, traduces si está en otro idioma y adelantas contenidos, titulas de otra manera… No puede ser, como se dice, “un corta pega”. Y si se hace esto último (que suele ser más habitual de lo que parece) es muy importante estos 2 aspectos: citar la fuente y enlazar a la fuente. Suele ser muy habitual los contenidos de blogs que solo citan y no enlazan, así como aquellos que ni citan ni enlazan.
Todo esto que parece de sentido común y una mínima metodología ante de empezar la actividad del blog, el día a día del seguimiento de feeds de RSS demuestra que no lo es. Que el contenido original es escaso, que el contenido original y que además aporte valor, es aún más escaso. Por tanto, decidas el enfoque que decidas, cuídalo, un blog hay que mimarlo y dedicarle tiempo para provocar la interactuación, aunque parte de la actividad en comentarios se está desviando a producirse hoy día en los perfiles sociales. Con constancia, estrategia, plan editorial y de difusión y aporte diferencial en la selección de la información o en su creación hablando de lo que sabes, compartiendo, el blog hoy día es el mejor aliado para definir y hacer crecer el posicionamiento de tu marca digital.