Comprar una vivienda nueva es un momento importante en la vida de una persona, sin embargo, no pocas veces surgen sorpresas no demasiado agradables: defectos de construcción que ponen en jaque la ilusión del nuevo hogar.
En esas situaciones es fundamental tener clara la forma en la que se debe actuar, en qué momento y a quién reclamar, para que se solucionen (lo antes posible) esos problemas que enturbian la ilusión con la que se ha dado ese paso.
¿Qué se considera un defecto de construcción?
Antes de comenzar una reclamación, es importante entender qué tipo de problemas entran dentro de los llamados “defectos de construcción”, para saber en qué casos estás en tu derecho de exigir que sean reparados.
Los defectos de construcción se dividen en categorías según su gravedad y el efecto que tienen en la vida diaria, y es esencial identificar cada tipo, ya que esto influye directamente en los plazos y procedimientos para reclamar, así como en las posibles reparaciones o compensaciones.
1.-Defectos estructurales
Problemas graves como grietas en paredes, hundimientos o fallos en los cimientos que ponen en vilo la seguridad de la vivienda y que, sin duda, son un peligro para quienes viven en ella.
2.-Defectos de habitabilidad
En este caso nos referimos a filtraciones, humedades, aislamiento térmico o acústico inadecuado, y algún otro por ese estilo, que hacen que la confortabilidad de la vida en tu hogar no sea del todo la esperabas al realizar la compra.
3.-Defectos estéticos
Hablamos de los acabados defectuosos, pintura mal aplicada o problemas en los detalles, ninguno de ellos afecta a la seguridad ni a la habitabilidad como sí lo hacen los dos anteriores, pero no dejan de ser defectos molestos e incómodos que no son agradables para nadie que ha realizado el enorme gasto de comprar una vivienda.
4.-Defectos o vicios ocultos
Por último, existe un tipo que resulta mucho más complicado de localizar porque no eres consciente de ellos a simple vista, son aquellos que están provocados por vicios ocultos.
Se trata de defectos en la construcción no evidentes en el momento de la compra, pero que con el tiempo aparecen y afectan a la habitabilidad, seguridad o uso de la vivienda.
Este tipo de problemas, sin duda, son más difíciles de detectar en un principio, pero tienen un peso importante en cualquier reclamación, aquí podemos incluir defectos en tuberías, filtraciones que tardan meses en manifestarse o problemas estructurales internos.
Todos ellos, ya sea los que puedes de inmediato o que aparecen pasado un tiempo, pero son consecuencia de una ejecución inadecuada, se contemplan en los contratos de compraventa donde, además, se establecen unos plazos dentro de los cuales puedes reclamar y unas compensaciones que debes recibir.
Compensaciones por defectos en la construcción
Cuando la reclamación tiene éxito, las soluciones que te ofrecerán van a depender del tipo de defecto y su gravedad, pero siempre encaminadas a solucionarlo, e incluyen reparaciones directas, una compensación económica o, en casos extremos, la rescisión del contrato.
Por ejemplo, para problemas estructurales, lo más común es que se ordene una reparación inmediata, mientras que para defectos estéticos puede optarse por compensaciones.
¿Cuáles son los plazos para reclamar los defectos en la construcción?
La ley establece diferentes plazos dependiendo del tipo de defecto, con una cosa en común, comienzan a contar desde la fecha de entrega de la vivienda:
- Defectos estructurales, 10 años.
- Defectos de habitabilidad, 3 años.
- Defectos de acabado o estéticos, 1 año.
Es fundamental actuar dentro de estos plazos, ya que, una vez pasados, te es mucho más complicado, o incluso imposible, reclamar por ellos, por no hablar de que cada día cuenta cuando detectas un defecto, y la prontitud en actuar influye en la solución que necesitas.
Consecuencias de reclamar fuera de tiempo
No respetar los plazos para reclamar deriva en la pérdida de derechos sobre las reparaciones o compensaciones, que te corresponden en caso de actuar a tiempo.
Si el periodo límite ha pasado, las constructoras o promotores están en disposición de negarse a asumir responsabilidades, dejándote con el problema y los costes asociados a él, en definitiva, una vez fuera de plazo, dependes de la buena voluntad de quien los debe subsanar.
Razón suficiente para conocer los pasos a dar y hacerlo lo antes posible.
Primeros pasos para reclamar defectos en una construcción
Imagina que te acaban de entregar tu vivienda recién construida y, en los primeros días o semanas, detectas detalles que no deberían estar así, importantes o no, pero que no corresponden a una nueva construcción
Debes empezar a actuar.
Reúne toda la documentación
Busca el contrato de compraventa, planos, memoria de calidades y cualquier documento relacionado con la construcción de la vivienda, todos van a ser clave para demostrar tus derechos.
Realiza una inspección detallada
Anota los defectos que encuentres, es muy conveniente que complementes con fotografías, vídeos y cualquier prueba que evidencie el problema.
Contacta con el promotor o constructor
Notifica los defectos por escrito (puede ser un burofax o correo certificado) para dejar constancia de tu reclamación, en este punto, cuanto más descriptiva sea tu información, mucho mejor, ten en cuenta que cuando más claro sea lo que expones, menos posibilidad de que te lo puedan negar.
Solicita una solución
Con todo, indica que esperas una reparación en un plazo razonable, por lo general, se da un tiempo prudente para que el promotor actúe, siempre dependiendo de la complejidad de los trabajos que se necesiten.
Este proceso inicial es la base para cualquier reclamación: documentar bien los problemas y comunicarse de forma oficial con el promotor son pasos que no debes omitir en ningún caso
¿Qué hacer si no resuelven el problema?
Si no recibes respuesta, o la solución que te dan no es satisfactoria, tienes la opción de continuar con acciones ya en el ámbito legal, para que se tengan en cuenta tus reclamaciones.
1. Busca ayuda de un profesional
Un arquitecto técnico o perito te puede realizar un informe sobre los defectos encontrados, con él tienes más fuerza para demostrar que el problema existe y cuál es su alcance.
Además, tener una evaluación profesional es algo determinante, si la cosa avanza y termina en los tribunales.
2. Mediación o reclamación extrajudicial
En ocasiones, la mediación es una buena opción para llegar a un acuerdo sin necesidad de ir a juicio.
Siempre, en cualquier caso, recomendamos el diálogo entre las partes en conflicto, te puede parecer que no, pero se alcanzan soluciones más rápidas y económicas que frente a un juez.
3. Demanda judicial
El último recurso, pero que, si no hay manera de alcanzar un acuerdo, es necesario para defender tus derechos.
En este punto ya debes interponer una demanda contra el promotor, constructor o incluso contra los técnicos responsables de la obra, dependiendo del caso, y para ello acompáñate de un abogado especializado en este tipo de reclamaciones.
Reclamar defectos en una vivienda recién comprada parece un proceso muy complicado y, sobre todo, costoso, detalles que te echan para atrás, pero dando los pasos adecuados y hacerlo acompañado de un profesional facilita que consigas que se tengan en cuenta tus derechos.
No olvides que, si ganas el juicio, el promotor o constructor se hace cargo de las costas procesales, con lo que todo lo que inviertas ahora lo recuperas al final.