“La autonomía de la voluntad es un principio fundamental que permite a los socios establecer las reglas bajo las cuales se regirá su relación societaria. Pero esta autonomía no es absoluta, porque está sujeta a restricciones establecidas por la ley” ha subrayado en la inauguración del VIII Congreso Nacional de Derecho de Sociedades, celebrado hoy en Málaga.
Por eso, ha manifestado, que la abogacía es fundamental para garantizar el adecuado ejercicio de esa autonomía: “Los abogados no solo participan en la redacción y adaptación de estatutos societarios, sino que desempeñan funciones de asesoramiento estratégico, de prevención de conflictos, de soluciones negociadas como alternativa al litigio, o de defensa de los intereses de socios”. Funciones que, a su juicio, convierten la participación de los abogados “ya no solo en indispensable y aconsejable, sino casi en obligatoria”.
En el mismo sentido, recordó la importancia de la formación continua en Derecho societario para los profesionales de la abogacía. “Para nuestros Colegios esto está siendo una prioridad absoluta. La Abogacía Española no solo cuenta con una Subcomisión de Derecho Mercantil y Concursal, sino que desde ella se va a impulsar líneas de trabajo y actuación en el estudio, difusión, impulso formativo y propuestas de mejora de instituciones en el ámbito del derecho societario”.
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