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Mª Jesús González-Espejo en un Taller de Legal Design Thinking

El objetivo de este artículo es compartir con los lectores el proceso de aprendizaje del Instituto de Innovación Legal hasta convertirse en una de las consultoras más reputadas del mundo en los ámbitos de la transformación digital, la innovación legal y la LegalTech. 

 

 

Nuestro Instituto se fundó en mayo de 2016 y se convirtió en la primera consultora española dedicada 100% al asesoramiento en transformación digital, innovación y LegalTech. Ser los primeros nos ha exigido tener que realizar el esfuerzo de evangelizar para que los profesionales del Derecho comprendieran el impacto real que la tecnología tiene en su trabajo, en el propio sistema legal: normas, procedimientos, organización y funcionamiento. Estamos convencidos de que nuestra experiencia será útil para aquellos profesionales del Derecho, que ambicionan convertirse en expertos en estas incipientes disciplinas, donde lo más interesante es que, casi todo, está aún por escribir.  

Adentrarse en terrenos inexplorados y meter las manos en la masa 

En 2014 María Jesús González-Espejo, socia fundadora del Instituto de Innovación Legal era profesora de habilidades profesionales en ICADE y buscaba cómo formar a sus alumnos para que adquirieran habilidades digitales, leyó una noticia sobre un Hackathon (término usado para referirse a un encuentro de programadores y otros profesionales para desarrollar herramientas de software específico) que se había celebrado en una universidad de Boston. Decidió organizar uno y convenció al entonces Ministro de Justicia, Rafael Catalá, para que le apoyara. Otras empresas relevantes, como Amazon, Banco de Santander o incluso el propio Notariado, se unieron al proyecto y así se puso en marcha JustiApps:  el primer concurso de ideas dirigido a acercar la Justicia a la ciudadanía y un Hackathon, cuyo fruto fueron 10 prototipos de apps dirigidos a la mejora de la Justicia. En 2017 en Madrid y en 2019 en Ecuador se celebraron la segunda y tercera edición de este programa.  

En 2017 en un Congreso en Alemania en un congreso sobre innovación jurídica, escuchamos hablar por primera vez de una metodología que parecía ser muy útil para innovar en el ámbito del Derecho: el Legal Design Thinking. Comenzamos a buscar escuelas para formarnos y como no encontramos (no hay aún una gran oferta de docentes para muchos de estas nuevas disciplinas), contratamos a una holandesa experta para aprender las bases. Esa formación la complementamos con lecturas varias y comenzamos a usarla. Nos gustó tanto que en 2018 decidimos darla a conocer a otros profesionales a través del Legal Design Challenge, un evento de dos días de duración, que ha celebrado dos ediciones, y en el que académicos y profesionales debaten sobre cómo hacer el derecho comprensible y equipos de despachos de abogados y asesorías de empresas aprenden a trabajar utilizando esta metodología a través de retos reales como los de transformar un contrato tradicional en uno visual o unas condiciones generales de contratación en un texto comprensible por cualquiera.   

¿Qué hemos aprendido organizando estos eventos? 

La organización de un Hackathon nos permitió adentrarnos en un nuevo mundo, conocer desarrolladores y las comunidades en las que se mueven, comprender los retos que tiene el desarrollo de una aplicación móvil y comprender la brecha que existe entre la mentalidad de un jurista y la de un informático.  La organización del Legal Design Challenge nos enseñó que esta metodología funciona, que es transformadora y que hay muchos abogados que quieren ejercer el Derecho de otra forma, más humana, más cercana y más comprensible. Y que la mejor forma de transformar mentalidades y despertar en el abogado el interés por estas materias es permitiéndoles experimentar, hacer algo práctico, ver el resultado del trabajo en equipo y de la aplicación de nuevas metodologías.  

Organizar todos estos eventos nos ha enseñado que la LegalTech no puede aprenderse solo escuchando cursos y conferencias, se aprende esencialmente haciendo. Por eso, creemos que las instituciones públicas, como colegios de abogados, Consejos generales de los diferentes colectivos de profesionales jurídicos y el propio Ministerio y las Consejerías de Justicia de las CCAA deberían impulsar la celebración del mayor número posible de iniciativas de este tipo y fomentar la participación de los abogados en ellas, porque a innovar, transformar y comprender la tecnología se aprende mejor “con las manos en la masa” y no escuchando pasivamente a un ponente, por muy bueno que sea éste.  

Profundizar en el conocimiento de la tecnología existente, sobre todo escuchando a las propias empresas de LegalTech 

Para realizar el primer Hackathon necesitamos investigar el mercado de la LegalTech, comprender qué había y que debería haber y el fruto de nuestra investigación se plasmó en la publicación “guía de apps útiles para juristas”. Esta guía ha sido el embrión de lo que hoy es el Comparador-LegalTech, el mayor directorio de tecnología útil en habla hispana dirigida a profesionales del Derecho. Este directorio recibe miles de visitas de juristas que necesitan conocer la oferta de herramientas disponibles para diferentes fines como, por ejemplo, automatizar sus procesos, contratos o documentos; firmar digitalmente o promocionar su marca digitalmente.  

¿Qué hemos aprendido sobre la oferta de LegalTech? Pues que no es oro todo lo que reluce. Que hay vendedores de humo y que para escoger la solución adecuada es necesario dedicar tiempo a: comparar herramientas, escuchar a los proveedores a través de demos (que preferimos hacer virtualmente) y que una de las mejores garantías de que algo es bueno, es que nos lo diga quiénes ya las están usando.  

El paso de convertirse en business angel o de desarrollar nuestras propias aplicaciones  

Tras más de 5 años de dedicación decidimos convertirnos en lo que se llama un business angel y hemos comenzado a invertir en algunas LegalTech. Son empresas muy distintas: una es un Marketplace como UNAES, cuya misión es promocionar a abogados especialistas de toda España. Otra herramienta es 2BePart, que mejora la comunicación entre parejas separadas con hijos y ayuda a crear un entorno positivo asignando los derechos de cada uno y ayudando al seguimiento del buen cuidado del menor.  

Nuestro objetivo al invertir en ellas es doble: seguir aprendiendo “desde dentro” y apoyar el desarrollo del sector. 

Pero no sólo hemos invertido en aplicaciones de terceros. Como transformadores del sector legal sentimos la responsabilidad de aportar ideas y herramientas que ayuden a mejorar el entorno, así como de aportar a nuestros clientes soluciones tecnológicas útiles para ellos o sus propios clientes. Por ello, en 2016 lanzamos ConflictMapp, una herramienta que ayuda a diagnosticar y a solucionar conflictos teniendo en cuenta a todas las partes del problema. El funcionamiento es muy sencillo: el usuario introduce todas las claves del problema y al final del proceso, la aplicación arroja un documento con una recomendación para atajarlo. Puede ir desde acudir a un mediador hasta la vía judicial recomendando la contratación de un abogado. Esta herramienta ha demostrado ser muy útil tanto para el usuario como para las empresas, que pueden atajar rápidamente conflictos entre empleados.  

Durante la pandemia apoyamos al área laboral de nuestro cliente DIKEI a construir ROBO-ERTE, una LegalTech que les ha ayudado a gestionar de forma más eficiente los ERTE de sus clientes.  

En estos momentos estamos trabajando en otras herramientas que muy pronto verán la luz y que serán muy útiles en tiempos de Covid-19, y que responden a un objetivo común: solucionar con tecnología problemas reales de despachos, empresas y ciudadanos.  

Convencer a quien nos necesita de la necesidad de dar los primeros pasos y no esperar a que otros lo hagan  

Desde nuestra fundación en 2016 estamos asesorando a departamentos jurídicos de empresas de los sectores asegurador, retail, etc. y con despachos como DIKEIORBANEJAAFIENS LEGALCÍRCULO LEGAL y muchos otros, a definir nuevos modelos de negocio, e imbricar la tecnología en sus organizaciones. También hemos trabajado impartiendo programas a medida de formación en innovación, transformación digital y LegalTech para universidades como CEU S. Pablo de MadridCEU Cardenal Herrera de Valencia o la UEES-Universidad del Espíritu Santo de Ecuador. Nuestra labor con las universidades nos ha impulsado a crear ILSA, la Innovation in Law Studies Alliance, una alianza de facultades de Derecho y Tecnología cuya misión es apoyar su transformación a través de entre otras actividades, la colaboración entre sus miembros organizando eventos conjuntos, promoviendo el intercambio de buenas prácticas sobre innovación y la participación en actividades de formación y de la que ya forman parte una decena de universidades (ver miembros de ILSA). 

Lo que somos hoy y lo que hacemos por otros 

El Instituto de Innovación Legal asesora a despachos de abogados y departamentos jurídicos de empresa a diagnosticar sus necesidades de transformación digital, identificar las mejores soluciones para ellas que en muchos casos son tecnológicas (la oferta actual de LegalTech es inmensa como puede observarse en el Comparador-LegalTech que antes hemos mencionado), pero en otros, consisten en diseñar procesos más eficientes, formar al equipo en conocimientos y competencias digitales y ayudarles a gestionar el cambio.   

Nuestro objetivo es asegurar al cliente que su transformación se realiza sin sobresaltos, que la LegalTech que adquieren es la mejor para sus necesidades o que comprendan que la introducción de tecnología en sus procesos no es una amenaza, sino la puerta que abrirá nuevas oportunidades de negocio.  

La transformación digital es personal e intransferible. En estos años no hemos realizado dos proyectos iguales. Cada organización tiene su propia idiosincrasia que determina su equipo, la experiencia y conocimiento que éste tiene, el tiempo del que disponen los profesionales para dedicarlo a tareas distintas a las que genera el día a día del negocio; la voluntad de los titulares de cambiar e invertir en el cambio; el entorno (la Covid-19 por ejemplo está siendo un elemento absolutamente transformador de empresas y organizaciones jurídicas). 

No hay vuelta atrás y sí, un nuevo universo de conocimientos y oportunidades de ser el que más sabe sobre un campo que ya no es el futuro, sino el presente. La digitalización se queda. La LegalTech debe entrar en nuestras vidas. La Inteligencia Artificial nos rodea y toma decisiones por nosotros. Los smartcontracts hacen innecesaria la intervención humana en ciertos trámites; el blockchain puede hacer funciones similares a las de un registro y la firma biométrica, que puedo utilizar incluso desde un móvil, puede dar fe de que tú, eres tú.   

Siete consejos para juristas que quieran introducirse en estas nuevas disciplinas  

Para finalizar queremos compartir siete consejos que a nosotros nos han servido para recorrer el camino que llevamos andado con cierto éxito:  

  1. Perder el miedo a lo nuevo y a lo distinto, porque sí es muy nuevo todo y muy distinto, pero no por ello deja de ser interesante y asumible para quien está dispuesto a aprender.  
  2. Reservar energía y tiempo para la aventura: si de verdad se quiere ser un experto hay que poner ese objetivo entre nuestras prioridades.  
  3. Abrir la mente para desaprender, porque los paradigmas con los que crecimos están cambiando y necesitamos aceptarlo.   
  4. Estar dispuesto a abrazar el cambio porque es la única opción que tenemos. Nada volverá a ser como antes.  
  5. Dejarse asesorar por quien va por delante pues puede permitirnos ahorrar mucho tiempo y esfuerzo y caminar más seguros, reduciendo la posibilidad de equivocarnos.  
  6. Colaborar con otros como científicos de datos, ingenieros informáticos y expertos en UX (user experience). 
  7. Participar en todo tipo de actividades (encuentros de la comunidad Legal Hackers; congresos; hackáthones; datathones; talleres; etc.) que me permitan comprender mejor la realidad, las oportunidades que hay y las personas que de verdad saben y pueden ser buenos compañeros de viaje.  

El Instituto de Innovación Legal es una joven empresa, pero sus menos de 5 años de vida han sido intensos y bien aprovechados. Nuestra misión es seguir formando a los profesionales del Derecho para que aprovechen todo el potencial que ofrece la tecnología; seguir asesorando a las organizaciones que nos necesitan para identificar sus procesos y hacerlos más eficientes, para contratar o desarrollar soluciones LegalTech y seguir construyendo un futuro mejor para los profesionales del Derecho que decidan sumarse al carro de la innovación, la transformación digital y la LegalTech. ¿Eres uno de ellos? ¿A qué esperas? Como has visto en nuestro ámbito SÍ hay oportunidades. En los próximos años van a ser necesarios muchos más profesores, más expertos en el desarrollo y manejo de las herramientas que sean más exitosas, más emprendedores dispuestos a transformar el sector desarrollando tecnología para cubrir todo tipo de necesidades jurídicas y de apoyo al trabajo de las organizaciones y profesionales del Derecho.   




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