Septiembre también es sinónimo de vuelta al cole. Por tanto, es una época de grandes gastos: libros, uniformes, material escolar, ropa nueva, actividades extraescolares… La lista parece interminable y, ante esta situación, puede parecer una buena idea recurrir a una tarjeta revolving para financiar estos gastos, pero es importante que conozcas los riesgos antes de tomar esa decisión.
Riesgos de financiar los gastos de la vuelta al cole con una tarjeta revolving
Pagar la vuelta al cole con una tarjeta revolving puede parecer una solución rápida, pero las consecuencias a largo plazo pueden ser devastadoras. Es crucial que tomes decisiones informadas y evites caer en la trampa del crédito fácil. A continuación te contamos por qué no deberías pagar los gastos de la "cuesta de septiembre" con una revolving.
1. Intereses altos: La trampa del crédito fácil
Las tarjetas revolving ofrecen la posibilidad de pagar tus compras en cómodas cuotas mensuales. Sin embargo, esta comodidad tiene un precio, y es muy alto. Estas tarjetas suelen tener intereses que pueden superar el 20% TAE (Tasa Anual Equivalente). Esto significa que, si pagas solo el mínimo mensual, la deuda crece mucho más rápido de lo que la amortizas.
Ejemplo: Imagina que utilizas una tarjeta revolving para financiar 1.000 € en gastos de la vuelta al cole. Si solo pagas el mínimo mensual, podrías terminar pagando más del doble de esa cantidad en unos pocos años.
2. El pago mínimo: Una ilusión peligrosa
Uno de los mayores peligros de las tarjetas revolving es el pago mínimo mensual. Aunque esta opción parece aliviar la presión económica, en realidad es una trampa. Al pagar solo el mínimo, estás cubriendo principalmente los intereses y una mínima parte de la deuda principal. Como resultado, la deuda se alarga indefinidamente, y los intereses acumulados siguen creciendo.
Consecuencia: Lo que parecía una solución para salir del paso, puede convertirse en una deuda que te persigue durante años, comprometiendo tu estabilidad financiera a largo plazo.
3. El círculo viciosa de la deuda
Una vez que empiezas a usar una tarjeta revolving, es fácil caer en un círculo vicioso. Los altos intereses y los pagos mínimos hacen que la deuda no disminuya, lo que puede llevarte a usar la tarjeta nuevamente para cubrir otros gastos. Este ciclo puede resultar en una espiral de deudas de la que es muy difícil salir.
Realidad: Muchas personas se ven atrapadas en este ciclo, pagando durante años sin ver una reducción significativa en su deuda.
4. Vuelta al cole con una tarjeta revolving: Alternativas más seguras
En lugar de recurrir a una tarjeta revolving, considera otras opciones más seguras para financiar los gastos de la vuelta al cole:
- Planificación anticipada: Haz un presupuesto y planifica tus compras con antelación para evitar sorpresas.
- Préstamos personales: Aunque también conllevan intereses, suelen tener tasas más bajas y plazos de pago más claros que las tarjetas revolving.
- Tarjetas de crédito convencionales: Si usas una tarjeta de crédito convencional, al final del mes tendrás que pagar toda la deuda generada el anterior periodo, sin acumular deuda para el siguiente mes.
- Ahorro previo: Si es posible, aparta una pequeña cantidad cada mes durante el año para cubrir estos gastos sin necesidad de recurrir a crédito.