Numerosos representantes del ámbito académico, jurídico, político y social se congregaron ayer en la ceremonia de apertura del curso 2024/2025 de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada. Una amplia presencia institucional que completó el aforo previsto auspiciada, en parte, por la celebración durante el acto de la toma de posesión como Académico de Número de la Corporación de un jurista de la talla de José Luis López Fuentes, presidente de la Audiencia Provincial de Granada.
“El académico recipiendario no es sólo un excelente magistrado en la doble función jurisdiccional y gubernativa que desempeña como Presidente de la Audiencia Provincial de Granada y de una de sus secciones civiles, sino también una persona de enorme calidad humana, de trato cordial, comportamiento afable y gran capacidad relacional que sabe desarrollar con naturalidad y sin menoscabo de su autoridad”, destacó el presidente de la Corporación, Rafael López Cantal, encargado de realizar una semblanza sobre el nuevo académico. De hecho, el tema escogido por el ya miembro de la Academia para su discurso de ingreso, titulado ‘El acoso escolar: la responsabilidad civil de los centros educativos’, es de por sí un reflejo de ese compromiso social, y su contenido, evidencia -en palabras de López Cantal- de “su inquietud intelectual, su alto nivel científico, su profundo conocimiento del Derecho, su capacidad para el estudio y la investigación y sus dotes para la comunicación”.
De este modo, tras recibir la Medalla número 26 en condición de primer titular -con el acompañamiento de los académicos Leandro Cabrera Mercado y Mª Asunción Torres López-, el recipiendario agradeció el nombramiento y manifestó su deseo de “guardar el prestigio de esta academia, sabedor de la calidad jurídica y humana de los miembros que han estado y están en ella”, dando comienzo a continuación a su disertación. Y lo hizo con la historia de Jokin, un adolescente de 14 años de Hondarribia (Guipúzcoa) que acabó con su vida tras sufrir acoso escolar. Su caso sirvió a López Fuentes para ilustrar este problema social, la responsabilidad civil de los centros educativos y la diversidad de criterios de los pronunciamientos judiciales en un fenómeno que sufre uno de cada diez niños y que, pese a su gravedad, hasta hace poco era considerado parte inherente de la propia experiencia escolar. “Si el uso de la violencia o intimidación en las relaciones humanas es siempre rechazable y debe ser perseguida por el Estado de Derecho, cuando la víctima de esos ataques es un menor la actuación y reacción del Estado debe ser de mayor intensidad”, aseveró.
En este sentido, a partir de escalofriantes estadísticas sobre la incidencia del acoso escolar en España y el mundo, el académico se refirió a las consecuencias físicas y mentales para las víctimas, pero también a los efectos a corto y largo plazo para los agresores y el papel de los estudiantes que no denuncian las agresiones o, incluso, las alientan, sin olvidarse de abordar las nuevas formas de acoso escolar que facilita la tecnología. “Ya no actúa el acosador solamente en el entorno del colegio o instituto, sino que el llamado “ciberbullying” aparece como una tipología de acoso que está ampliando el problema al producirse las 24 horas del día”, advirtió López Fuentes.
Planteado el importante calado social del acoso escolar, el jienense ofreció un análisis jurídico del bullying, desde su concepto y protección legal hasta los tipos delictivos y el alcance y límites de la responsabilidad de agresores, progenitores y, de forma exhaustiva, de los centros educativos. Respecto a este último punto, desglosó los requisitos y circunstancias que, desde el punto de vista legal y jurisprudencial, deben concurrir para que el centro educativo sea considerado responsable de los hechos, distinguiendo entre responsabilidad civil “pura” y la derivada del delito, y resaltando la importancia de la prueba para acreditar la inactividad o falta de diligencia del mismo.
Por ello, López Fuentes abogó por la unificación de la responsabilidad civil en el ámbito del acoso escolar en una sola figura jurídica y bajo un único orden jurisdiccional, sin olvidar la necesidad de reforzar la educación y la concienciación social. “En definitiva, la solución al acoso escolar vendrá dada por la asunción por la sociedad de su propia responsabilidad”, recordó, concluyendo su intervención con unas palabras de afecto a su familia, su mujer y, especialmente, sus hijas. “Las Academias, y muy especialmente ésta, tienen el deber institucional y moral de contribuir a visibilizar este fenómeno trágico y defender con contundencia la necesidad de prevenirlo, atajar sus causas y castigarlo hasta hacerlo desaparecer”, añadió López Cantal.
Previamente a la toma de posesión, el presidente de la RAJYL, en nombre del Pleno, expresó la solidaridad de la Academia con los conciudadanos de la región de Valencia y otras comunidades que han padecido las consecuencias de la terrible DANA y trasladó el deseo de la institución de que puedan volver a la normalidad lo antes posible. Por su parte, Miguel de Angulo Rodríguez, como secretario en funciones, procedió a la lectura de la Memoria Anual del curso 2023/2024, repasando los principales hitos y actividades de la Corporación en el año académico precedente.
José Luis López Fuentes
Nacido en Jaén, en 1958, es licenciado en Derecho por la Universidad de Granada (1976-1981), ingresando por oposición en la Carrera Judicial en 1986. Sirvió como primer destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aguilar de la Frontera (Córdoba) hasta su ascenso a la categoría de Magistrado en 1989, sirviendo sucesivamente en los Juzgados de Primera Instancia nº 3 de Málaga, durante un año, y Juzgado de Instrucción nº 7 de Málaga, en el que permaneció siete años. En el último año, al frente de este Juzgado, instruyó el primer juicio por jurado en la provincia de Málaga.
Entre 2005 y 2015 fue magistrado de la Sección Cuarta (Civil) de la Audiencia Provincial de Málaga, hasta que el 30 de junio de 2015 fue nombrado Presidente de la Audiencia Provincial de Granada, cargo que ocupa en la actualidad y que compatibiliza con una prolífica actividad docente y formativa, a través de su participación y/o dirección de múltiples cursos, seminarios y programas de prácticas y la impartición de numerosas jornadas y conferencias.
A nivel institucional, en 1997 fue elegido por sus compañeros y nombrado por el Consejo General del Poder Judicial como Juez Decano de Málaga, siendo reelegido nuevamente para dicho cargo en el año 2001, por lo que desempeñó el mismo durante ocho años de forma ininterrumpida. En este periodo, formó parte de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, donde ocupó las responsabilidades de miembro de su Comisión Permanente y de la Comisión Mixta Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia-Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, creada para la implantación del nuevo modelo de Oficina Judicial, ostentando el cargo de miembro nato de dicha Sala de Gobierno desde 2015. Asimismo, ha desempeñado los cargos de Coordinador Territorial de los Cursos de Formación para Jueces y Magistrados en Andalucía (1997-2000), Coordinador Institucional de Andalucía de las Prácticas Tuteladas de los alumnos de la Escuela Judicial en los TTSSJ (desde 2011) y fue miembro del Comité Nacional de la Asociación de Jueces y Magistrados “Francisco de Vitoria” (1995 -1999) y Portavoz Territorial de Andalucía de la citada Asociación durante diez años.
Colaborador Honorario del Departamento de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de Málaga, López Fuentes cuenta con la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort (2006) y la Cruz de Honor de la citada orden (2023), la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil (2017), la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco del Ministerio de Interior (2018), la Medalla de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada por especiales méritos (2019), el Premio Menina (2020) o la Medalla del Ilustre Colegio de Abogados de Granada (2020), entre otras distinciones, además de ser Caballero de la Imperial Orden de Carlos V.
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